Apoteósico fracaso internacional del separatismo. El consejero de Exteriores del gobierno catalán, el republicano Alfred Bosch, no ha logrado ser recibido por ninguna autoridad de relieve en México. Intentó encontrarse con el secretario de Relaciones Exteriores del Gobierno mexicano, Marcelo Ebrad, y hasta con el presidente Manuel Andrés López Obrador, pero con lo que se encontró fue con las tajantes negativas de los gabinetes de los antedichos a participar en los espectáculos propagandísticos del separatismo catalán. Tampoco le recibieron los presidentes del Congreso, Porfirio Ledo, y del Senado, Martí Batres.
El impactante vacío y monumental ridículo no ha impedido que Bosch haya declarado a los medios catalanes que México, así en general, está por la "causa catalana" y "entiende que la democracia y los derechos humanos deben ser respetados en todas partes", declaraciones efectuadas tras lograr ser recibido por el presidente de la comisión de Exteriores del Congreso, el diputado Alfredo Femat, dirigente del Partido del Trabajo, una formación más radical que la coalición gubernamental de López Obrador. Según Bosch, Femat le prometió que llevará el expediente catalán al Congreso, extremo solo confirmado por el propio consejero.
Bosch hizo acto de presencia en la cámara alta mexicana el martes en un acto relacionado con el ochenta aniversario del exilio republicano español en México, pero pasó prácticamente desapercibido y absolutamente aislado.
En la línea de las anteriores iniciativas internacionales de la Generalidad, nadie con una mínima representación se presta a las fotos con los enviados separatistas, que sólo han cosechado los apoyos de formaciones ultras y xenófobas de Bélgica, Finlandia y Eslovenia, una foto de Nicolás Maduro con la estelada y la defensa de algunos políticos y "observadores" extranjeros cuyos favores y servicios han sido generosamente sufragados por el Diplocat, el organismo que trata de internacionalizar el proyecto separatista.
Sin embargo, el habitual vacío no arredra a los dirigentes separatistas. Después del fiasco de México, el consejero Bosch prepara un plan de extensión de las "embajadas" de la Generalidad en el África subsahariana. Por otra parte, Bosch es el principal sospechoso de haber urdido la red de cuentas falsas independentistas en Twitter canceladas por la dirección de la red social.