En la peor noche electoral del Partido Popular la Comunidad de Madrid no ha supuesto un alivio a los malos resultados de los populares sino más bien lo contrario: lo que llevaba décadas siendo uno de los graneros de votos es en esta noche el ejemplo paradigmático de la debacle electoral de los de Casado.
Y es que si en las elecciones de junio de 2016 el PP prácticamente doblaba al PSOE y rozaba el 40% del voto, siendo por supuesto el partido más votado, en esta ocasión el PP se ha caído nada más y nada menos que tercera fuerza en la Comunidad de Madrid: los de Casado se han quedado en el 18,56% de los votos, a casi nueve puntos del PSOE, que ha llegado al 27,35%; y lo que quizá es aún más doloroso: casi dos puntos y medio por debajo de Ciudadanos, que ha estado en el 20,92%.
En votos el asunto es aún más dramático para los populares: han perdido prácticamente la mitad de su electorado: de 1.325.665 votos en junio de 2016 a 674.159, en esta ocasión (con el recuento al 97% pero con una participación nueve puntos más alta).
Pero es que si la comparación se hace respecto de las elecciones de 2011, hace sólo ocho años, el resultado es terrible: los populares tuvieron entonces más de un millón de votos más que ahora: 1.719.709, que supuso un 51% del total.