La Guardia Civil relacionaba este jueves a la Fundación Andaluza del Fondo de Formación para el Empleo (FAFFE) con prostíbulos y facturas falsas, según un informe remitido a la juez Núñez Bolaños, que es la que instruye el caso de una Fundación Andaluza del Fondo de Formación para el Empleo (FAFFE) a la que, además, espera una Comisión de Investigación en el Parlamento andaluz que se ultima en estos días y que comenzará sus trabajos tras la celebración de las elecciones del próximo domingo.
Sobre el informe de la Guardia Civil conocido ayer y que hoy recogen diversos medios de comunicación, lo inicialmente sorprendente por lo que acarrea de relaciones enfermizas de diferentes organizaciones e instituciones es que los gastos pagados en los prostíbulos fueron blanqueados con facturas falsas y que al menos una de estas facturas correspondía a los gastos protocolarios de la caseta de UGT en la Feria de abril de Sevilla.
El ex director de la FAFFE y alto dirigente socialista, nada menos que secretario general de Empleo del PSOE andaluz, Fernando Villén, había declarado a la juez del caso que los gastos pagados por las famosas tarjetas conocidas como tarjetas sex-black fueron devueltos. Sin embargo, destaca El Mundo que, en realidad, Villén "simulaba" devolverlo con dinero que salía de las cajas fuertes que la FAFFE tenía en sus locales para pagar gastos corrientes.
Lo que ocurría en realidad es que, posteriormente, Villén inflaba sus gastos y falsificaba facturas para recuperar el dinero que dijo devolver. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha confeccionado una instantánea de lo que realmente ocurría en una Fundación que tenía por objeto ayudar a resolver las situaciones de desempleo desgraciadamente endémicas en Andalucía.
Según su descripción, desde la puesta en marcha de la Fundación hasta su disolución, Villén, que la dirigió siempre, usó a su antojo los fondos derivados mayoritariamente de las subvenciones que otorgaba la Junta de Andalucía para la formación de parados. Para justificarlo todo, manipulaba la contabilidad e incluso establecía una contabilidad "paralela".
ABC completa el cuadro explicando que lo que inicialmente fueron sospechas se han confirmado tras analizar un disco duro que contenía la información contable relacionada con los gastos e ingresos de la caja de dirección general técnica de la Faffe. Villén organizó una contabilidad paralela para borrar el rastro de los pagos en los clubes de alterne mediante procedimiento variados desde anticipos sin justificación al propio Villén al tráfico de fondos entre las cajas de la FAFFE o la falsificación de facturas.
En una aplicación informática llamada Navisión figuran facturas de copas variadas que se imputaron a subvenciones para programas de intermediación e inserción laboral y de fomento del empleo, destinados a los desempleados andaluces. Por ejemplo, la UCO descubrió que hasta un pequeño gasto de 225 euros con el concepto «copas variadas» en el establecimiento Terraza el 30 de junio de 2006, fue simulado con "ayudas".
La "contabilidad paralela" de Villén
Otro procedimiento fraudulento fue utilizar un viaje «aparente» del propio Villén al Caribe en el año 2008, viaje que realmente no se produjo. Incluso se llegó a denunciar el robo de la famosa tarjeta usada en el don Ángelo al banco asociado a la misma.
La Guardia Civil ha tratado de describir qué fue lo que ocurrió en la famosa juerga del club de alterne Don Ángelo de Sevilla entre los días 22 y 23 de marzo de 2010. Aquella bacanal supuso un gasto de 14.737 euros pagados con una tarjeta black del propio Villén y que luego alguien, por orden de éste, fue a anular al establecimiento pagando la misma cantidad, pero en dinero, para que no constara en la tarjeta.
La reconstrucción de los hechos efectuada por la UCO ha puesto de relieve que fue el chófer de Villén el que llevó dinero en efectivo al Don Ángelo para eliminar los vestigios del gasto pagado con la tarjeta. Pero en esos días se cobraron dos cheques por importe de 6.300 euros que compensaban en parte los gastos pagados en efectivo en el puticlub.
Además, Villén llegó incluso a usar como propio un coche comprado con el dinero de la FAFFE durante diez años. Era un Seat Toledo que debía ser uno de los muchos coches oficiales de la Junta pero que pasó a su servicio exclusivo tras formalizar un contrato de renting. Todos los gastos del coche, desde multas a seguros, eran pagados por el Servicio Andaluz de Empleo aunque el coche, de hecho, pertenecía a Fernando Villén.
El grupo Joly, en sus diarios, destaca que los 31.969 euros (32.566 según ABC) que se abonaron en varios prostíbulos de Sevilla, Córdoba y Cádiz salieron de las cajas de metálico que tenía la Fundación y no fueron devueltos en su totalidad por el principal investigado en esta causa, el ex director general técnico Fernando Villén. Para simular estos pagos llegó a usarse una factura de 2.511 euros de la comida que UGT pagó en su caseta de feria en 2008, una factura falsa que la caseta no reconoce haber emitido.
Dado que aquellas operaciones fraudulentas no podían efectuarse sin la complicidad de algunos miembros del personal de la FAFFE, algunos de los testigos que habían sido citados en la causa pueden pasar a ser investigados/imputados debido al nuevo atestado de la Guardia Civil.