Albert Donaire, coordinador de Mossos per la República, sectorial de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), ha dado el cante en el Tribunal Supremo. Reclamado como testigo por la acusación popular, Vox, el agente ha mostrado a la sala una depurada expresión de la moda independentista. Se ha presentado con una camiseta gris y estelada silueteada, una chapa de la estelada arcoíris, un lazo amarillo, otra estelada en la magna, pantalones amarillos y zapatillas deportivas también con esteladas. Otra estelada a la espalda y Donaire hubiera lucido la equipación completa de la próxima Diada del Onze de Setembre.
A pesar de semejante aspecto, el juez Manuel Marchena le recordó que era una agente de la autoridad ante la autoridad judicial, que no confundiera el escenario y que se limitara a responder a las preguntas que se le formularan diciendo la verdad. Donaire quería declarar en catalán y presentó al efecto, según dice, un escrito, pero ha omitido recordar ese detalle ante la sala. El tipo ha llegado ante el tribunal y se ha sentado. Marchena le ha ordenado que se pudiera en pie para las generales de la ley. Ha intentado replicar en catalán, pero la argucia no le ha servido de nada. Al primer ¿qué? de Marchena, Donaire ha cambiado al español.
"Agente de la autoridad"
El abogado Javier Ortega ha abierto el interrogatorio. A la primera pregunta, primer desplante. "¿Escribió usted tal tuit y se retrató vestido de uniforme y firme ante una estelada? Creo que no estoy en este juicio como acusado...". Y ahí ha entrado Marchena con las obligaciones de los funcionarios policiales. Con la reconvención de Marchena se vino abajo ya por completo el aguerrido mozo.
El fiscal Javier Zaragoza también ha querido interrogar a Donaire sobre el 1-O. El hombre recuerda que entró de servicio por la tarde en Ribas de Fresser. No ha hecho falta ni apretar al testigo para que dijera que ahí estuvo él "en cumplimiento de la Constitución y las leyes que marcaban". Hizo lo que le mandaron pero no pudo requisar material porque en el colegio que le tocó en suerte había mucha gente, quinientas o seiscientas personas por lo menos.
Ataque de amnesia
Por lo demás, no recuerda nada, ninguno de los mensajes contra la Policía Nacional y la Guardia Civil en sus chats de mossos por la causa, ninguna de las arengas y consignas que se intercambiaba entonces con sus colegas. Marchena no ha querido hacer más sangre y ha permitido la retahíla de "no recuerdo, no recuerdo, no recuerdo" del desmemoriado agente, hecho un flan.
Donaire, con algo más de cuarenta mil seguidores en las redes sociales, es uno de los agitadores más activos del cuerpo de Mossos y un dirigente reconocido en el mundo "soberanista". Este mismo miércoles ha acudido a Madrid arropado por compañeros de la ANC y su presidenta al frente, Elisenda Paluzie.
El "uniforme" separatista
A pesar del chasco, del sometimiento, de la mención a la Carta Magna, de tener que masticar el español, el agente está encantado. Lo cuenta en un tuit con vídeo, donde muestra su indumentaria, asegura que se han vulnerado sus derechos lingüísticos, que el juicio es un farsa y que espera haber servido de ayuda a los acusados.
Tràmit fet. He intentat prlar en català, però com sempre, ens han vulnerat un dret més. Espanya no respecta els drets humans ni la carta europea de les llengües.
— ||*|| (@albertdmcat) 24 de abril de 2019
Orgullós d’estar al servei del país.
Una abraçada enorme a tots.
No deixa de ser un #JudiciFarsa i In #JudiciPolític pic.twitter.com/I40UXd5gsS
"Seguiremos luchando, no me dan ningún miedo, saldremos adelante como pueblo, viva la república de la Cataluña grande" ha declarado en su cuenta de Twitter al término de la testifical.
Más personajes
La sesión ha acogido a más personajes singulares del proceso. Joan Ignasi Elena, expresidente del Pacte Nacional pel Referéndum, ex del PSC ahora en la órbita de ERC. Su declaración alumbra la complicidad de organizaciones de todo tipo con el referéndum.
Los sindicatos fueron claves para una recogida de firmas, dijo Elena, que también mencionó el gran apoyo entre el colectivo de abogados. Cuando empieza a desbarrar sobre el encaje constitucional de una consulta secesionista. Marchena corta el discurso.
La alcaldesa y el eurodiputado
Pasa Neus Lloveras. Alcaldesa de Villanueva y Geltrú y expresidenta de la Associació de Municipis per la Independència (AMI). La novedad en su deposición es que la AMI no tuvo nada que ver en la organización del referéndum. Vaya sorpresa.
Otro caso es del eurodiputado de ERC, Jordi Soler, que comparece a petición de las defensas para asegurar que el 20 de septiembre frente a la consejería de Economía fue una fiesta y que él pudo entrar y salir a placer. Lo mismo que la jefa de protocolo de la consejería, Anna Teixidó, también propuesta por la defensa de Junqueras y Romeva, que asegura que Jordi Sànchez se ofreció a acompañar a la letrada judicial que tuvo que salir por el teatro Coliseum. También Lluís Llach estaba dispuesto. Qué cosas.
La tesis de los Mossos obedientes
El que fuera director general de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle, apuntala la versión de que los Mossos actuaban en todo momento a requerimiento de jueces y fiscales. Sobre su dimisión nada más ser nombrado Joaquim Forn consejero de Interior alega que no se sentía muy cómodo ante las perspectiva del 1-O y que la CUP había pedido su cabeza.
También han pasado dos exempleados de la quebrada Unipost –la empresa que ejercía de servicio postal de la Generalidad– y el que fuera su presidente, Antón Raventós. Uno de los trabajadores asegura que además de material electoral ilegal "la empresa hubiera repartido veneno en la situación en la que estábamos. No cobrábamos al día. Había gente indignada por cómo nos metíamos en eso porque podíamos perder clientes, en España y también en Cataluña".
Una jornada más en el Supremo y nueva panorámica de la sociedad del proceso, el mosso disfrazado, la alcaldesa independentista que dirigía una asociación fantasma y un exsocialista que ahora es portavoz de los presos de ERC y que pretende dar lecciones de derecho constitucional a los magistrados.