En definitiva, el día 29 habrá que comenzar a reconstruir un proyecto político que será muy necesario para hacer frente, valga la redundancia, al Frente Popular que se avecina.
Lo que se dirime el próximo domingo es el futuro de la Nación y la vigencia del régimen constitucional surgido en 1978, clamorosamente amenazados por el PSOE del felón Sánchez.
He de confesar que, desde las elecciones del catorce de marzo de 2004, me resulta imposible asimilar un proceso electoral con un derecho y un deber ciudadanos.