Aunque asegure el CIS que uno de cada dos españoles no puede ni dormir de las ansias por votar a Sánchez, internet es un hervidero de chistes, memes y cuchufletas.
Los quintacolumnistas han sacado a subasta un bocado suculento para potencias en expansión: cuatro provincias artificialmente desgajadas del Reino de España, sobre las que ejercen un control ilícito.