Pablo Casado reclamó a la izquierda "no penalizar la concordia" entre hombres y mujeres y "no dividir a la sociedad" entre sexos por la demagogia de algunos y su "incapacidad" para resolver los problemas de todos. El candidato se rodeó de las mujeres más importantes del PP para reafirmarse en su decisión de no estar presente en la manifestación feminista del 8-M, después del importante debate interno que se abrió en el seno de la formación.
"No quiero vivir en un país en el que se enfrente a mi hija y a mi hijo", exclamó Casado, que criticó el "paternalismo" de la izquierda con las mujeres. "No es cuestión de victimizar a las mujeres ni de criminalizar a los hombres", enfatizó, en compañía de Ana Pastor, Isabel Díaz Ayuso o Isabel Bonig. En una conocida azotea de Madrid, reunió a varias de las 29 candidatas de la formación, que representan un 44% del total. "No hablamos por ti, hacemos para ti", gritaron al unísono.
Antes, en una entrevista en Cope, se quejó de que "ninguna feminista de izquierdas" haya defendido a las a las novias de los guardia civiles que fueron atacados en un bar de Alsasua en octubre de 2016 ni tampoco la secretaria judicial que este miércoles declaró en el juicio del golpe separatista cuando ha sido "no solo amenazada, sino hecha pública su imagen".
Tal y como avanzó este diario, el PP vivió el miércoles una discusión sobre si asistir o no la manifestación del 8-M. En un primer momento, se anunció que acudirían tres vicesecretarias generales, pero finalmente se emitió un comunicado desmarcándose de la protesta. Oficialmente, se argumentó que el manifiesto es "inadmisible", como explicó Andrea Levy en En Casa de Herrero de esRadio, aunque también pesó la posibilidad de que Vox tratara de sacar rédito electoral.
Este viernes, el PP hará público su propio manifiesto. Además, Casado anunciará nuevas medidas sobre la mujer, que serán incluidas en el programa electoral. En los últimos días, ya ha avanzado que, de ser presidente, promoverá un pacto de Estado para acabar "con la brecha salarial" en cinco años, ampliará el complemento en la pensión a las mujeres trabajadoras con un hijo y lo situará en un 2% y reformará el código penal para extender la prisión permanente revisable a algunos supuestos de asesinatos de violencia de género.