Pablo Casado modificó su agenda y se trasladó este viernes a Palma de Mallorca para arropar a Biel Company tras la brecha abierta en el PP regional por la marcha de destacados dirigentes, entre ellos José Ramón Bauzá, que ha fichado por Ciudadanos. "Instigar el transfuguismo no es bueno", dijo, y pidió "una reflexión" a aquellas formaciones que están abriendo las puertas a cargos que antes eran de su formación.
La crisis en el PP balear es evidente. El primero que se marchó fue Bauzá, muy crítico con Company, que el jueves confirmó que asesorará a Albert Rivera en materia ideológica. El histórico Antoni Camps fichó por Vox y, según El Mundo, dos concejales y otros 12 militantes de Calviá también han optado por dejar el partido.
En este contexto, Casado aseguró que el PP tiene a los mejores candidatos y "la experiencia de la que carecen" otras formaciones, y se revolvió contra Ciudadanos, que a su juicio vende "transfuguismo" como "renovación" y atracción de "talento".
Frente al partido naranja, Casado dejó claro que el PP no pescará "en caladeros ajenos", como ya dijo ante sus diputados esta semana, a los que les reclamó lealtad y tranquilidad con la promesa de que les buscará un sitio aunque algunos no formen parte de las listas electorales. "Nosotros tenemos cantera y talento de sobra", enfatizó en su encuentro con los medios, este viernes en Palma. Y recordó el lema de su partido: "Garantía para España, siempre".
Durante su intervención, el líder de la oposición reivindicó su Ley de la lengua, que tiene como objetivo acabar con la discriminación del castellano, y criticó duramente los "viernes electorales" del Gobierno. "Es de república bananera" que Sánchez esté gestionando el país "mediante decretos leyes", dijo. Un total de 30 hasta el día de hoy, según sus cálculos.