Vox desprecia las encuestas y desafía el tablero electoral: "Nuestras estimaciones nos sitúan segundos en las generales"

Lo viene advirtiendo el presidente de Vox, Santiago Abascal, en cada acto público que protagoniza: "No nos conformamos con ser tercera o cuarta fuerza del cambio en España". Una declaración encuadrada más en el ámbito de las aspiraciones políticas, que en el de la percepción de una realidad. Al menos, hasta ahora. El secretario general del partido, Javier Ortega Smith, eleva la apuesta y asegura que según "sus estimaciones", quedarán por delante en número de votos de PP y Cs (no de su suma, sino por separado, aclara).

Aunque el partido dice no elaborar encuestas internas, Ortega Smith ha asegurado en una entrevista el Telecinco que, sin tener datos técnicos, basándose en los actos que organizan (abarrotados de público), de afiliación, (el partido ya supera los 35.000 afiliados cuando hace apenas un año no llegaban a los 5.000) y en el apoyo de la calle, "podría ser segunda fuerza política en España".

Admite, sin embargo, que, debido a la Ley D’Hont, ese número de votos podría traducirse en unos 50 escaños: "Vox puede ser la gran sorpresa", vaticina el secretario general del partido. El propio Abascal ha descrito en más de una ocasión el fenómeno Vox, más como un "movimiento cultural", que como un partido político.

En esta línea, Ortega Smith se remite a lo ocurrido en Andalucía para sostener su afirmación sobre el resultado de las elecciones generales: "Uno de cada tres votos de Vox viene de la abstención y de gente joven que nunca ha votado", el resto, de antiguos votantes del PP en su mayoría, de Cs y de PSOE o Podemos, aunque en menor medida.

Las encuestas en Andalucía apenas daban a Vox al comienzo de la campaña uno o dos escaños. Un escenario que cambió por completo en la recta final de la campaña, cuando ya no podían publicarse sondeos, y todo apuntaba a que alcanzarían el triple de diputados. El resultado fue todavía mayor para sorpresa de todos, y lograron 12 representantes. Una evolución a la que se remiten constantemente los dirigentes de Vox para advertir que las encuestas actuales sobre el 28-A no reflejan sus verdaderas expectativas.