Pinchazo. La huelga general contra el juicio a los golpistas convocada por el sindicato Intersindical-Confederación Sindical Catalana, dirigido por Carles Sastre, el asesino del empresario José María Bultó, y apoyada por la Generalidad y el Ayuntamiento de Barcelona no ha logrado el propósito de paralizar la economía catalana. Mínima afectación con un descenso del consumo eléctrico de tan sólo el 1,9%.
Los Comités de Defensa de la República (CDR) se han erigido en las fuerzas de choque del minoritario sindicato separatista y desde la madrugada han cortado autopistas y autovías, así como vías férreas de la red de Cercanías. Sin embargo, el tráfico en el área de Barcelona sólo se ha reducido en un 10%. En la capital catalana, los CDR trataron de cortar los grandes ejes de comunicación, pero su escaso número redujo las interrupciones del tráfico a acciones puntuales de pocos minutos.
También han protagonizado enfrentamientos con los Mossos d'Esquadra. Una docena de agentes han resultado heridos y se han practicado dos detenciones. También ha resultado herido un periodista de TV3 que recibió una pedrada lanzada desde un grupo de CDR.
Miembros de estos comités han actuado por toda la geografía catalana colocando barricadas y quemando neumáticos en las carreteras. También han ocupado la estación de Cercanías de Renfe en la plaza de Cataluña durante un par de horas al mediodía, lo que ha obligado a desviar los trenes de cuatro líneas. El Metro y los autobuses de Barcelona Fracasa la huelga general del sindicato de Terra Lliure, la Generalidad y los CDR. Los piquetes separatistas cortan carreteras y vías férreas, pero apenas fuerzan un seguimiento del 8%.
Escaso seguimiento
Además, los piquetes han intentado cerrar algunas tiendas del centro de Barcelona. La incidencia en el comercio ha sido prácticamente nula. Tampoco en los polígonos industriales o en Mercabarna se han registrado grandes afectaciones, salvo las derivadas por los cortes de carreteras. Normalidad absoluta en el puerto de Barcelona y en el aeropuerto de El Prat.
En el Ayuntamiento, el seguimiento entre los funcionarios ha sido del 18% a pesar de la implicación personal de la alcaldesa Ada Colau. Ha sido más alto en la Generalidad, pero no ha superado el 50%, igual que en el sistema escolar, donde la convocatoria contaba con el apoyo del sindicato nacionalista USTEC (Unión sindical de trabajadores de la Enseñanza en Cataluña), mayoritario en el sector. La plataforma Universitarios por la República ha paralizado la mayoría de los centros universitarios. Los estudiantes han formado el grueso de las manifestaciones registradas por la mañana. Han atacado la sede de Comisiones Obreras en la Vía Layetana porque los sindicatos mayoritarios no han secundado la movilización. También han lanzado gritos contra la Policía Nacional al paso por la Jefatura Superior de Policía. El eslogan más coreado ha sido "1-O, ni olvido, ni perdón".
Entre los parlamentos con los que ha concluido la manifestación de tarde en Barcelona ha destacado el del portavoz de USTEC, Ramon Font, que ha asegurado que a los profesores les quieren prohibir hablar de política en las aulas, pero que seguirán haciéndolo. También ha afirmado que el Estado quiere suprimir la inmersión lingüística.