Que el CIS publique unos datos, pasadas las elecciones andaluzas del 2 de diciembre, sobre el voto emitido en dichas elecciones por los ciudadanos, no parece tener otro objetivo que mostrar el camino a una Susana Díaz derrotada: hay que combatir el hastío de los propios mediante la agitación y meter miedo en el cuerpo electoral de la izquierda con el fantasma de la nueva derechona "trifálica".
Por eso, la encuesta cocinada por el inolvidable Tezanos afirma que el 21% de los que se abstuvieron en diciembre de 2018 ya no lo haría en las próximas elecciones, no importa que no sean andaluzas. Esto es, hay una segunda oportunidad para Susana Díaz y, de paso, para quien manda en el CIS, Pedro Sánchez.
Ahora se desprende que el PSOE va a ser el partido ganador en las elecciones generales con un 24% de los sufragios, seguido no ya por el PP sino por Ciudadanos, sorpasso habemus, con un 11,3 por ciento, un punto por encima del PP. En la cola, Podemos con un 8,8 por ciento y Vox, que dejó al CIS a la altura que le corresponde en las pasadas elecciones, sólo lograría el 4,4 por ciento, esto es, 7 puntos menos que hace dos meses. El 16,6% no tiene decidido el voto.
Leyendo resultados de la encuesta de Tezanos, resulta que los andaluces hubieran votado de nuevo a Susana Díaz si hubieran sabido que PP, Ciudadanos y Vox iban a suscribir un acuerdo de gobierno para formar, en los dos primeros casos, un gobierno de coalición. Es más, se destaca en el CIS en 3.000 entrevistas en 201 municipios entre el 10 de diciembre y el 3 de enero, antes de la investidura de Juan Manuel Moreno, que uno de cada cuatro abstencionistas se considera votante socialista.
La Razón calcula: "En una proyección de las 2.842.114 personas que no fueron a votar el 2D, el 22,7% supondría 645.160 votantes más para el PSOE y la posibilidad para el PSOE de seguir en San Telmo." Esto es, el CIS ha señalado a Susana Díaz un camino: el gobierno del cambio no es tal y su desgaste es más que importante apenas comenzada su andadura y se puede revertir el resultado, en beneficio de Pedro Sánchez.
El Mundo añade que, sumando implícitamente simpatías e intención de votos, algo que el CIS no hace, el voto al PSOE ascendería al 28%, el mismo resultado obtenido en las andaluzas, pero el voto de los adversarios sería mucho menor. Ciudadanos obtendría poco más del 13% y el PP algo por encima del 11%, mientras que en las andaluzas pasadas consiguieron casi un 21 y un 18,2 respectivamente.
El CIS no tiene en cuenta sus propios errores de percepción cuando dice que Vox obtendrá sólo un 4,6 por ciento de votos cuando en las pasadas elecciones andaluzas subió al 10 por ciento y reduce al 10 por ciento el impacto de Adelante Andalucía que, en realidad, consiguió algo más del 16 por ciento.
ABC deduce finalmente que lo que el CIS trata de desmontar es la teoría de que la pérdida de Andalucía para el PSOE no se debió a las políticas y alianzas de Pedro Sánchez en el avispero catalán sino a la campaña de Susana Díaz. Por ello, ahora que ya no hay pactos visibles con los separatistas en lontananza, la tarea es agitar de la mano de Sánchez y meter miedo a la derechona como hace años se metía miedo con las pensiones y lo que estuviera a la mano.