La presencia del presidente catalán, Quim Torra, no estaba prevista en la concentración convocada por las entidades separatistas y los partidos JxCAT, ERC y la CUP en el Paseo de Recoletos, esquina Bárbara de Braganza, a unos 200 metros del Tribunal Supremo donde hoy se inicia el juicio a los golpistas del procés.
Torra ha llegado pasadas la nueve de la mañana y ha permanecido en la cabecera de esta concentración apenas cinco minutos, visiblemente nervioso ante la presencia de un grupo de personas que gritaban "viva España" y "Puigdemont a prisión". Torra había solicitado protección al Gobierno tras admitir que tenía miedo de venir a Madrid. "Espero que me garanticen la seguridad como la garantizamos en el Consejo de Ministros", dijo este lunes en Cataluña Radio.
Mientras estos manifestantes coreaban las citadas consignas, el equipo de seguridad y prensa del presidente de la Generalidad lo ha sacado de la marcha, acompañándolo hasta su vehículo oficial que le ha trasladado hasta la puerta del Supremo para evitar ir a pie.
En la concentración, de escasa afluencia, han permanecido diputados de todos los partidos separatistas incluido el presidente del Parlamento regional, Roger Torrent, que ha dicho ante los medios que el de este martes "es un día triste para la democracia" y que harán todo lo posible por utilizar el juicio como una herramienta de propaganda internacional. Junto a él estaban el dirigente del JxCAT, Eduard Pujol; la portavoz de ERC, Marta Vilalta, y el exconsejero, Ernest Maragall.
Ya a las puertas del Supremo, tanto los diputados de ERC como de JxCAT han coincidido en calificar el que se inicia este martes como "el juicio contemporáneo más importante de la historia" y en denunciarlo como un "ataque contra las urnas". El dirigente separatista, Eduard Pujol ha dicho incluso que hoy se les está juzgando a también a ellos "porque el 1-O fue una conquista de todos".
Torra pide el archivo de la causa
Una vez finalizada la primera sesión del juicio del procés, el presidente catalán ha comparecido en el centro cultural Blanquerna para denunciar que "hoy se ha desnudado el Estado para hacer evidente que la macrocausa es una persecución política" y acto seguido ha pedido el archivo de la causa y la inmediata puesta en libertad de los presos. "Esta causa llegará a los tribunales europeos, y la ganaremos, que lo tengan claro los salvapatrias de la unidad de España", amenazaba el presidente catalán que ha tachado el juicio de "farsa".
Pese a su lenguaje nuevamente incendiario, Torra ha acabado tendiendo de otra vez la mano al presidente del Gobierno para retomar relaciones. "Pedimos al Gobierno que vuelva a la mesa del diálogo y hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que coordine las negociaciones". Torra que insiste en la figura del relator y en la autodeterminación: "Por qué nos tenemos que resignar a que el Estado no se siente a negociar, siempre se ha podido hablar de todo", lamentaba Torra en referencia a las anteriores reuniones con el propio Sánchez.