Los partidos separatistas han aparcado sus diferencias para explotar el diálogo con el Gobierno. Exigen que el derecho a la autodeterminación esté en el centro de las negociaciones, que estas se lleven a cabo bajo la tutela de un mediador internacional y el "fin de la represión". Instan al Ejecutivo de Sánchez a seguir negociando bajo esas condiciones si pretende que los grupos parlamentarios del PDeCAT y ERC levanten sus enmiendas a las totalidad de los Presupuestos Generales del Estado. Si el presidente Sánchez no cede por completo, se mantiene el veto a los números.
El presidente de la Generalidad, Quim Torra, ha sido el encargado de transmitir a Pedro Sánchez las reglas para reemprender de manera oficial los contactos encarnados en el "trío de whastapp" formado por la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, la consejera de Presidencia, Elsa Artadi y el vicepresidente autonómico, Pere Aragonès, de ERC.
Tanto los republicanos como las diversas familias posconvergentes coinciden en la receta del prófugo Puigdemont expuesta por Torra este lunes en la emisora de la Generalidad, Catalunya Ràdio. La aplicación del supuesto derecho de autodeterminación es innegociable. Los Presupuestos son una cuestión de menor entidad para los grupos separatistas. "Nosotros –ha dicho Torra– no podemos renunciar a ser quienes somos para sentarnos en una mesa de negociación y nosotros queremos la independencia".
En segundo lugar, pero también como condición sine qua non, el separatismo insiste en la figura del "relator" internacional, una figura extranjera que sitúe al Gobierno y la Generalidad en un plano de igualdad e internacionalice definitivamente el contencioso. En cuanto al "fin de la represión", petición de ERC, Torra ha concretado que tiene que ver con las detenciones en las últimas semanas de miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR), un sobrino del president entre ellos, y dos alcaldes de la CUP en relación al boicot al Ave en Gerona.
Torra se ha mostrado inflexible en todos estos puntos. "Si la autodeterminación no entra en la Constitución quien tiene un problema es la Constitución, no el derecho de autodeterminación", ha declarado para advertir también de que si las sentencias por el golpe de Estado no son absolutorias, la respuesta del separatismo se basará en el ejercicio directo del citado derecho, la vía unilateral que colapsó el 27 de octubre de 2017 en la declaración de independencia previa a la fuga de Puigdemont.