Vox anuncia acciones penales contra la organización juvenil de la CUP, Arran, y contra grupos autodenominados "antifascistas", después de las agresiones e intentos de boicots sufridos por el partido durante las últimas semanas. Los Mossos d’Esquadra tuvieron que cargar contra los radicales que se manifestaban en uno de los actos organizados por el partido de Santiago Abascal.
La formación pide a la Fiscalía investigar estos ataques, "asumidos por las propias organizaciones", según denunciaba su portavoz en Barcelona, Jorge Buxadé, durante una rueda de prensa en la ciudad condal.
"No vamos a permitir que nuestros afiliados o simpatizantes se vean amenazados, agredidos o acosados por la extrema izquierda o las organizaciones separatistas", advertía el portavoz en el Comité Ejecutivo Nacional de VOX, Ignacio Garriga.
"Que se preparen porque esto solo acaba de empezar y hemos venido para quedarnos", añadía Garriga con firmeza prometiendo ser "los principales valedores de la libertad". El partido denuncia también la "pasividad y connivencia de las autoridades políticas autonómicas y municipales" y el "silencio cómplice del resto de partidos políticos".
En apenas un fin de semana Vox sufrió hasta tres ataques solo en Cataluña: en Sitges fueron agredidos miembros del partido en una carpa informativa, en Hospitalet se boicoteó una paella organizada para simpatizantes y un acto en Barcelona tuvo que ser trasladado después de que varios radicales reventaran la convocatoria lanzando pintura, huevos y piedras a los presentes.