El expresidente del PP y del Gobierno Mariano Rajoy ha llamado a su partido al inicio de la Convención Nacional que celebra este fin de semana a "no asustarse de nada" y a "mantener sus posiciones", y ha advertido contra "el sectarismo" y contra "los doctrinarios".
"Conviene tener claridad en los principios y creo que nosotros lo tenemos muy claro, pero luego hay que estar en la realidad. No es bueno el sectarismo ni son buenos los doctrinarios en ninguna faceta de la vida. En política, tampoco", ha dicho.
El presidente ha participado en la primera sesión de la Convención del PP y ha sido recibido en el escenario por una gran ovación de todos los asistentes puestos en pie y a gritos de "¡presidente, presidente!"'. Sus primeras palabras han sido para dar las gracias al presidente del PP, Pablo Casado, por invitarlo a participar.
Rajoy ha vuelto a intervenir un acto público tras su intervención en el Congreso de julio del año pasado del PP en el que fue elegido su sucesor y lo ha hecho con una charla con la presidenta del Congreso, Ana Pastor, en lugar de dar un discurso. Un formato, han asegurado en el partido, que ha elegido él.
El Rajoy más personal: "Estoy estupendamente"
Espoleado por un par de preguntas de Ana Pastor en el final de su intervención Rajoy ha hablado de sí mismo de una forma más cercana: ha reconocido que tuvo "momentos en los que lo he pasado francamente mal", pero les ha restado importancia "tengo la característica de que me acuerdo sólo de lo bueno, así eres más feliz".
Además, ha recuerda casi todos los cargos públicos que ha desempeñado durante sus décadas en política y ha asegurado que "no me puedo arrepentir de esto" y que "lo repetiría", aunque "quitaría alguna cosa, pero bueno, como viene el pack".
Finalmente, ha dicho que lo mejor de su carrera política ha sido que le ha permitido "conocer toda España, y eso es importante porque es mi país", pero ha demostrado no echarlo mucho de menos: "Estoy estupendamente, la gente me trata muy bien y aquellos a los que no les gusto, que son muchos, tienen la buena educación de no decírmelo", ha dicho con el tono irónico que tantas veces ha lucido.