Reunión al más alto nivel en el Palacio de la Moncloa entre la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y los consejeros catalanes, Pere Aragonès y Elsa Artadi, que ha arrancado poco antes de las 11 de la mañana. El lugar, al principio secreto, ha trascendido una vez estaba en marcha el encuentro. Tanto desde Moncloa como desde la Generalidad lo han intentado ocultar hasta el último momento. Nuevo acercamiento entre ambos Ejecutivos al que los dirigentes separatistas asistían con una queja formal por las 16 detenciones efectuadas este miércoles en Gerona acusadas de un presunto delito de desórdenes públicos.
La Generalidad prepara ya una denuncia contra la actuación de la Policía Nacional porque considera "inaceptable" que estas detenciones se llevasen a cabo, dicen, sin autorización judicial por lo que entienden que podría ser constitutivo, aseguran los independentistas, de un delito de detención ilegal. Todos los arrestados, entre los que se encontraba un sobrino del presidente Quim Torra, ya se encuentran en libertad. Éste ha sido uno de los asuntos que tanto Artadi como Aragonès han reprochado a la vicepresidenta del Gobierno junto con la petición de comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, en el Congreso de los Diputados. Algunas voces dentro del independentismo piden incluso la dimisión de la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera.
Dos espacios de diálogo
En línea con lo que se hizo también en Pedralbes, ambos Gobiernos- central y autonómico- han emitido un comunicado conjunto al término del encuentro para informar de las conclusiones. Tres puntos en los que se destaca que el "objeto de la reunión era establecer los mecanismos para un diálogo efectivo que vehicule una propuesta política sobre el futuro de Cataluña", la posibilidad de crear "dos espacios de diálogo diferentes: uno entre Gobiernos con las bilaterales que ya se vienen celebrando con los ministerios, y otro entre partidos aún sin definir", y el anuncio de que la semana que viene volverán a reunirse, pero en Barcelona.
El Gobierno cede en parte a las exigencias de los independentistas que buscan una mesa de negociación con un calendario al que parece que sí está dispuesto a acceder Moncloa y a la que el separatismo llevará su exigencia de un referéndum pactado. En lo que parece que no ha habido avances tras las reunión de este jueves es en la negociación de Presupuestos. Los independentistas dejaban claro que no viajaban a Madrid a hablar de las cuentas públicas del Gobierno y menos tras las detenciones de este miércoles en Gerona.