"El cambio ya ha llegado a Andalucía". Juan Manuel Moreno solicitó la confianza del Parlamento apelando al diálogo "sin cordones sanitarios". En la calle, cientos de manifestantes, con el respaldo del PSOE que será desalojado del poder, lograron cortar el tráfico y bloquear alguno de los accesos al reciento. "Soy una persona normal, gobernaré desde la normalidad", aseguró el futuro presidente, citando a Adolfo Suárez. Y se comprometió, desde el sur, a defender la unidad nacional.
Fue el día de Moreno, pese al intento de boicot desde fuera del Parlamento. La palabra que más repitió fue "cambio", y avanzó su ambicioso programa de Gobierno, que incluye acabar con la denominada administración paralela. Ciudadanos y VOX, sus aliados para echar a Susana Díaz del Palacio de San Telmo, bendijeron su intervención pero continuaron en paralelo con sus discrepancias. El PP siguió sin aclarar el nombre de la consejería que incluirá el área de familia. "De familias", apostilló Juan Marín, que será vicepresidente, en su pulso con Francisco Serrano.
Moreno, que se convertirá en en barón del PP más importante junto al gallego Alberto Núñez Feijóo, pidió el apoyo de la Cámara para que, por primera vez, haya un presidente de un partido distinto al PSOE en Andalucía. Un hito histórico que le llevó a proclamar: "Hoy no es una investidura más, se decide si queremos un cambio de ciclo". "Entre todos tenemos la llave que puede abrir un nuevo futuro para Andalucía, que hará su propia transición", se reafirmó.
Al inicio del debate de investidura, no hubo saludo entre el futuro presidente y Díaz, que se revolvió en su asiento en varias ocasiones ante los anuncios que iba haciendo su sucesor. "Mi puerta siempre estará abierta", le dijo Moreno desde el atril, tendiéndole la mano y agradeciéndole su gestión "con aciertos y errores".
Las medidas a tomar, muchas de ellas los primeros 100 días de Ejecutivo, fueron aplaudidas por el grupo popular. Básicamente, Moreno leyó el documento pactado con Ciudadanos. "Andalucía precisa de amplias y profundas reformas, y el gobierno que me propongo encabezar tiene la firme decisión de afrontarlas con rigor, valentía y seriedad", proclamó. "Me propongo que en el interior de San Telmo haya tanta luz como en su fachada", dijo.
Suprimirá el consejo consultivo, reformará la cámara de cuentas y eliminará entes "innecesarios", según se comprometió. "La falta de alternancia es el motivo del déficit de transparencia y la alternancia es el antídoto contra la corrupción", aseveró en un momento de su intervención. Dejó también claro que la economía será su gran prioridad, y reiteró que bajará los impuestos.
Moreno aseguró que luchará contra la violencia de género, y se refirió expresamente a "la familia" para satisfacción de VOX. "Será un eje vertebrador de nuestras políticas, con un concepto transversal de la gestión de manera que las demandas y las necesidades de las familias andaluzas estén en todas las decisiones que se adopten en cualquier ámbito de competencia". También aseguró que luchará contra la violencia de género.
En síntesis, el futuro presidente prometió una especie de "Transición" en Andalucía. Y volvió a mentar a Suárez: "No puedo asegurar soluciones inmediatas a todos los problemas ni que de la noche a la mañana se satisfagan todas las reclamaciones, incluso las de estricta justicia". Pero "sí puedo comprometer mi esfuerzo, mi honor y mi fe en Andalucía", concluyó su discurso, de menos de hora y media de duración.