Pablo Casado aspira a liderar el eje de las formaciones "del cambio" tras las elecciones que están por llegar en 2019. Pero, para ello, "lo de Andalucía tiene que salir bien", y de ahí que la dirección nacional considere decisivo superar la crisis provocada por las exigencias de VOX y que Juan Manuel Moreno logre ser presidente. "Sus primeros 100 días al frente de la Junta, con medidas rotundas, tienen que servir de referencia del liderazgo del PP dentro de ese bloque", según las fuentes consultadas. A lo que sumar el reforzamiento ideológico en la convención nacional y el nuevo plantel de candidatos, con los de Valencia y Madrid designados si nada cambia la próxima semana.
Para el líder de la oposición, el objetivo prioritario es que el PP siga por delante de Ciudadanos y que, incluyendo a VOX, dé la suma para echar a la izquierda de las instituciones. Si bien, las encuestas de este inicio de año, que auguran -como en el caso de El Mundo- que la formación de Santiago Abascal podría irrumpir en el Congreso de los Diputados con hasta 47 escaños, y sus posiciones en cuestiones como la violencia de género reabrieron el debate interno sobre cómo actuar frente a un partido al que necesitan para materializar el cambio político.
Distintos barones territoriales consultados por este diario dieron por descontado que tendrán que contar con VOX, estén más o menos de acuerdo con algunas de sus políticas, pero discreparon -o al menos incluyeron matices- con respecto a la estrategia dictada por Génova. "Es el momento de hablar de nuestro proyecto y no tanto de VOX, que es lo que quiere la izquierda con la intención de movilizar a los suyos. No hay que obsesionarse", en palabras de un líder regional ya proclamado candidato, según el cual el verdadero problema es que "Ciudadanos acabe cogiéndonos".
Para un sector del PP, "se equivocan" quienes apuestan por endurecer el discurso. "Tenemos que aguantar el tirón, entre el original y la copia, la gente se queda con el original", según un presidente con mando en plaza, que como Alberto Núñez Feijóo reivindicó el sistema autonómico vigente. "Hay que ignorarles, ni meternos con ellos ni ser comentaristas de la actualidad", remató. "Casado tendrá que escoger entre el camino del centro-derecha o el de la derecha", añadió otro destacado dirigente, que se sumó a la tesis de que "tenemos que presentar nuestro programa de gobierno".
En el PP de Madrid, en cambio, defienden alto y claro un acuerdo con los de Abascal. "Todas las encuestas daban un dato fijo que es que la suma de PP y Cs estaría por encima de las izquierdas en Madrid y si ahora contamos a VOX parece que los único que puede hacer es apuntalar y consolidar esa mayoría", afirmó el miércoles José Luis Martínez-Almeida en esRadio, que aún no sabe si será candidato. "Ningún votante del PP entendería que no llegáramos a ese acuerdo y permitiéramos que Carmena siguiera en la alcaldía", remató. Isabel Díaz Ayuso, cada vez con más predicamento, también se pronunció en términos parecidos.
En pleno debate sobre las encuestas, surgió la reclamación de VOX de retirar el acuerdo sobre violencia de género en Andalucía. Y a micrófono encendido, Borja Sémper, el candidato a la alcaldía de San Sebastián, se revolvió. "No merece la pena" llegar a ningún acuerdo con ese partido si no rebaja esa exigencia, dijo en Radio Euskadi. El entorno de Moreno también se negó, aunque el pacto programático con Ciudadanos se pueda "mejorar".
Dos destacados dirigentes del PP coincidieron en su diagnóstico sobre VOX y Andalucía: "El acuerdo que hemos alcanzado con Ciudadanos es sensato y conlleva un cambio profundo. Y si VOX no quiere facilitar el cambio, que lo explique y se retrate. Punto".
Desde Melilla, Casado rechazó públicamente cordones sanitarios, pero pidió a todos "no" politizar sobre la violencia de género. "Nuestro compromiso contra la violencia es innegable", subrayó. El líder del PP, que no ha descansado estas fiestas, se refirió esta semana a VOX sin citarles expresamente: "Hay que apostar por el partido que tiene más escaños en el Congreso, que ha creado ocho millones de empleos, y ha parado el plan Ibarretxe y el plan Puigdemont. Aquí no se pueden hacer experimentos con la papeleta, hay que ir a la eficacia probada".