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Los obispos catalanes apoyan la huelga de hambre de los separatistas

Los presos aseguran que sólo toman agua y sales minerales y piden a los catalanes que monten caceroladas.

Torra al inicio de su ayuno en Montserrat. | EFE

Décimo día de huelga de hambre de Jordi Sànchez y Jordi Turull y séptimo de Josep Rull y Joaquim Forn. La periodista deportiva Pilar Calvo, en funciones de portavoz de los huelguistas, asegura que ya han perdido entre 3,2 y 7 kilos. Los dos primeros, cinco kilos, Rull, 3,2 y Forn, siete. Los médicos atribuyen esta espectacular merma del exconsejero de Interior a su "complexión fuerte". Antes de declararse en huelga de hambre pesaba 107 kilos, tal como consta en los registros previos a la iniciativa. Se espera en breve la difusión de más fotografías de los presos para poder cotejarlas con la imagen difundida horas antes de anunciar la protesta.

Según ha detallado la portavoz, se ha establecido un considerable operativo en torno a los presos, se les miden variables como el peso, la tensión y el azúcar cada día y la juez de vigilancia penitenciaria lleva a cabo un control exhaustivo de sus variables y estado de salud. Asegura Calvo que beben entre 1,5 y 3 litros de agua diarios complementados con sales minerales, también se les proporciona glucosa si la requieren y en el caso de Forn, inyecciones de cortisona para tratar una lumbalgia. Nada de batidos ni complementos dietéticos, como sugieren fuentes de los partidos nacionalistas.

Vida normal y cazuelas

El estado de salud de los encarcelados no preocupa a sus partidarios. Hacen vida normal en la cárcel, mantienen su apretada agenda de visitas, las reuniones con los abogados para un juicio que quieren aplazar por razones médicas y también su actividad política. Desde la prisión, instan a sus partidarios a retomar la práctica de las caceroladas nocturnas que se llevaron a cabo en octubre del año pasado.

Además cuentan con el favor de los obispos catalanes, que han respondido a una dura carta abierta de una hermana de Jordi Turull que reprochaba a los prelados su supuesta frialdad con los separatistas encarcelados. Nada más lejos, según la contestación de Norbert Miracle, secretario de la Conferencia Episcopal Tarraconense, que agrupa a los obispos de la diócesis catalanas.

Visitas de los prelados

Apunta Miracle que "los obispos que tienen políticos presos en centros situados en sus diócesis han visitado, de forma queridamente discreta pero comprometida, a los que padecen la falta de libertad. Y lo harán nuevamente con motivo de la Navidad ya próxima. También se han entrevistado con algunos familiares para darles apoyo en estos momentos de sufrimiento y valoran que muchas parroquias y centros religiosos sean promotores de los derechos de las personas y procuren estar bien cerca de todas las situaciones de sufrimiento, como las de vuestra familia".

"Situación excepcional"

Por mano del secretario de la Tarraconense, los obispos catalanes, dice la carta, "quieren expresaros su respeto y al tiempo su preocupación ante la huelga de hambre que llevan a cabo estos cuatro políticos, que pone gravemente en peligro su salud y su vida. Los cristianos somos defensores de la vida y velamos por no ponerla en riesgo. Esta iniciativa muestra la situación excepcional en la que se encuentran estos y otros dirigentes catalanes en prisión preventiva decretada por el Tribunal Supremo que les comporta un largo tiempo de privación de libertad sin que se haya celebrado ningún juicio oral. En su caso cuesta de entender la larga prisión preventiva. Los obispos confían en que las autoridades judiciales competentes resolverán de forma rápida y ajustada a derecho los recursos planteados, y que el futuro juicio a que serán sometidos será un juicio con plenas garantías y en el mínimo periodo de tiempo posible".

Contra la prisión preventiva

El redactor de la carta obispal recuerda que el pasado julio se congratularon por el traslado de los separatistas a prisiones catalanas y añade: "No citaron el texto en el que se inspiraban y que estaba subyacente (sic) del papa Francisco cuando se dirigió a la Asociación Internacional de Derecho Penal (24 de octubre de 2014), que afirmaba que 'la prisión preventiva (cuando de forma abusiva procura un avance de la pena previa a la condena, o como medida que se aplica ante la sospecha más o menos fundada de un delito cometido) constituye otra forma contemporánea de pena ilícita oculta, más allá de un barniz de legalidad. La cuestión de los detenidos sin condena se debe afrontar con la debida cautela desde el momento en el que se corre el riesgo de crear otro problema tan grave como el primero, sino peor: el de los reclusos sin juicio, condenados sin que se respeten las normas del proceso".

Torra, en silencio

Mientras tanto, Torra afronta su segundo día de ayuno en la abadía benedictina de Montserrat tras la "huelga de hambre" de un día de los diputados separatistas en el convento de los capuchinos de Sarriá. Pasea y charla con partidarios de la república que también ayunan, pero mantiene un voto de silencio de cara al exterior.

Tras su reunión con el consejero de Interior, Miquel Buch, por las cargas de los Mossos para evitar que grupos de separatistas lincharan en Gerona y Tarrasa a partidarios de la Constitución, se han aplazado los anunciados cambios en el cuerpo policial. De hecho, Buch ha tenido que pedir perdón a los comisarios e intendentes injuriados por él mismo y Torra ante el profundo malestar en el seno de la policía autonómica.

Al tiempo, diputados del grupo de Torra tratan de justificar las alusiones a la "vía eslovena", insisten en que Torra es un pacifista y que en ningún caso se refería a los enfrentamientos armados en ese país contra el ejército yugoslavo que se saldaron con más de sesenta muertos, en su mayoría reclutas de las fuerzas enviadas por Belgrado.

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