A las ocho de la tarde se cerrarán las más de 10.000 mesas electorales en las que este domingo se decide el futuro de Andalucía. Pero no será hasta unos minutos después, en el recuento de los últimos votos, cuando, según apuntan los partidos, se viva el momento más tenso de este dos de diciembre. En esos instantes se decidirá, por unos votos, la medalla de plata.
La pugna entre PP, Ciudadanos y Adelante Andalucía (la confluencia de Podemos e Izquierda Unida) por ser segundos marcará una noche electoral en la que los naranjas y los morados tendrán fija la mirada en determinadas provincias, allí donde creen poder arañar unos escaños para superar al Partido Popular.
Ciudadanos: Sevilla y Málaga
En el mitin de cierre de campaña de Ciudadanos celebrado el viernes en Sevilla, Albert Rivera presumir de estar "muy tranquilo" por "haber hecho los deberes" y, en abierta mofa del candidato del PP, Juan Manuel Moreno,al que no citaba por su nombre, afirmaba que otros tienen los nervios propios de quien no se ha preparado bien el examen. En el peor de los escenarios que se baraja en el cuartel general naranja, se duplicaría el resultado de 2015, cuando los de Rivera iniciaron su fulgurante ascensión nacional con un resultado impensable apenas meses antes: nueve escaños, obtenidos en todas las provincias andaluzas salvo Jaén.
Pero si el vaso se mira medio vacío, y no medio lleno, las expectativas han bajado notablemente desde la precampaña, cuando aún se soñaba con un sorpasso al PP que supondría toda una campanada histórica en el espacio del centroderecha español. Ningún dirigente de Ciudadanos, ni en público ni en privado, abonaba esa posibilidad los últimos días de campaña. Como mucho, afirman estar disputándose con el PP y Adelante Andalucía la segunda plaza, por detrás de PSOE, pero descontando que la izquierda sumará para mantener el poder socialista.
Sevilla, por donde concurre Marín como cabeza de cartel, y Málaga, donde el número uno de la lista es el ex seleccionador nacional de baloncesto, Javier Imbroda, la gran apuesta de la campaña como independiente, son las provincias donde se espera mejor resultado. En ambas Ciudadanos obtuvo dos escaños en 2015, es decir, prácticamente la mitad del actual grupo parlamentario en Andalucía.
Preocupa mucho la pelea por los últimos escaños en cada circunscripción, ahí donde el emergente VOX dará la batalla por obtener representación. De ahí que el propio Rivera llamase el viernes a "concentrar el voto" y de ahí todos los llamamientos a la movilización. Javier Imbroda, en ese mismo mitin de cierre de campaña, apeló a los más de dos millones de andaluces que se abstuvieron hace tres años, entre los que Ciudadanos confía en tener muchos seguidores. En privado, fuentes del partido se atreven a decir que si la participación llega al 65%, una cifra que será alta dada la serie histórica, habrá un gran resultado e, incluso, se podría soñar con el sorpasso del que, como si de tratar de ahuyentar el mal fario se tratara, nadie hablaba entre bambalinas en la recta final de la campaña.
Podemos: Málaga y Cádiz
El Podemos de Teresa Rodríguez, integrado en la confluencia Adelante Andalucía, tiene puesta su mirada en la provincia de Málaga, donde creen que pueden ser primeros. Fue la propia líder de la candidatura la que este viernes, horas antes del cierre de campaña, aseguraba estar "en condiciones de disputar la primera posición" en esa provincia en la que en 2015 consiguieron 3 de los 17 escaños que se repartían. "Creemos que somos la fuerza política a la que mejor le ha sentado la campaña", aseguraba Teresa Rodríguez desde Torremolinos ese mismo día.
Cádiz es la otra provincia en la que recae sus esperanzas. Creen que la gestión de José María González Kichi en la ciudad puede beneficiarles en toda esa zona para lograr así 5 de los 15 representantes en el Parlamento Andaluz que se reparten allí.
El gran "miedo" de los morados para este domingo es la participación, porque creen que si se estanca o baja respecto a la de 2015, que se sitúo en un 62,5% a los que beneficiaría serían al PSOE y al Partido Popular.
De ahí que durante los últimos mítines de campaña, tanto Teresa Rodríguez como su número dos, el líder de Izquierda Unida Andalucía, Antonio Maíllo, pidieran en sus mítines a los asistentes que "convencieran" a una decena de amigos para que este domingo fueran a votar. Porque en esta ocasión, un puñado de votos y aquellos que quedan como "los restos" pueden marcar la diferencia.