El PP propondrá en el Congreso de los Diputados que el Estado recupere las competencias en materia de Educación, lo que obligará al resto de formaciones políticas a retratarse. Fue el anuncio estrella de Pablo Casado en la recta final de la campaña de las andaluzas. Pese a las reservas de algunos barones territoriales de su formación, avanzó una enmienda a la totalidad a la reforma educativa del PSOE y, en paralelo, una proposición de ley para que se estudie lo mismo en todo el territorio nacional.
"La educación tiene que ser competencia española, del Estado", afirmó el líder de la oposición, provocando la ovación de los cerca de dos mil simpatizantes que se reunieron en el mitin central de este sábado, celebrado en Granada. Entre los objetivos, acabar con el adoctrinamiento en las aulas de Cataluña. Pero, también, la creación de un MIR educativo para los docentes, que cobrarían lo mismo con independencia de la región en la que trabajen.
Ya en septiembre, en un acto en el diario La Razón, Casado avanzó que su intención era estudiar que las competencias en Educación estuvieran "centralizadas en el Estado". Pero nunca hasta ahora había hecho un anuncio tan concreto. "Vamos a presentar un proyecto de ley alternativo para que las competencias educativas sean de ámbito nacional", expuso, aunque luego sean "las comunidades autónomas administren esa competencia". Según fuentes del PP, el plan es que el Estado controle las materias que se impartan y que haya una selectividad igual para todos. También pretende reforzar las competencias de la Alta Inspección.
"No hay que inventar la rueda ni ir en contra del estado de las autonomías. No hay que romper la Constitución ni hacer populismo", destacó, en un ataque velado a VOX, la formación de Santiago Abascal que pide la supresión de las autonomías y que, según las últimas encuestas internas del PP, podría obtener representación en varias provincias andaluzas. "En casi todas partes", reconocieron desde el equipo de campaña de Juan Manuel Moreno, salvo en Jaén y Huelva.