ERC sería el claro vencedor si ahora se celebrasen unas elecciones catalanas, al menos según el pronóstico que hace el CIS de la Generalidad, el denominado Centro de Estudios de Opinión. El sondeo de este organismo prevé que los de Junqueras obtendrían un 25,1% de los votos, que les proporcionarían el mayor grupo del Parlament con entre 36 y 38 escaños.
Esto supondría casi cuatro puntos y cuatro diputados más que en las elecciones de diciembre pasado, mientras que Junts per Cataluña, el partido de Puigdemont, describiría una trayectoria opuesta: se desplomaría casi siete puntos –pasaría de un 21,66% al 14,8%– y perdería diez u once escaños respecto a los 34 que tiene en este momento.
Ciudadanos también perdería votos y representantes, pasando a ocupar la segunda posición: tendría un 21,4% –cuatro puntos menos que en las anteriores elecciones– y su grupo parlamentario pasaría a ser de los 36 escaños actuales a 29 o 30.
El PSC, por su parte, no se vería beneficiado del efecto de la presencia de Sánchez en Moncloa: sólo ganaría seis décimas respecto a diciembre de 2017 y su grupo parlamentario seguiría siendo de 17 diputados o, como mucho, 18.
La CUP, en cambio, sí se ve beneficiada por su posición más rupturista que la del resto de los nacionalistas en los últimos meses: doblaría su intención de voto –pasa del 4,4% al 8,5%–y casi triplicaría su número de escaños: de cuatro a 10 u 11.
Por último, el PP aún obtendría un resultado peor al de las elecciones de diciembre: siempre según el organismo público catalán de un 4,24% de voto pasaría a un 3,3% y en lugar de los 4 escaños que tiene se quedaría en 2 o 3. VOX, por su parte, ni tan siquiera aparece entre los partidos citados.
Gran mayoría independentista
Con estas cifras, el centro sociológico de la Generalidad pronostica una amplia mayoría separatista, ya que la suma de ERC, JxCat y CUP podría tener hasta 73 escaños, cinco más de los necesarios para controlar el Parlament y tres más de los que tienen ahora.
El sondeo también registra una ligera subida del sentimiento separatista, que aún así estaría muy lejos del 50%: un 47,2% de los encuestados se declaran partidarios de la declaración de independencia –cinco décimas más que en julio– mientras que un 43,2% se muestra en contra, en este caso un punto y siete décimas menos que en julio.