El Partido Popular volvió a poner a Dolores Delgado, la ministra de Justicia, en la diana. Dinamitado el acuerdo para renovar el CGPJ, y aprovechando que el Congreso aprobó una nueva reprobación a instancias de su grupo, Dolors Montserrat se apresuró a pedir "de una vez por todas" su cese o dimisión. En paralelo, fuentes parlamentarias deslizaron que fue ella, en su particular guerra con Margarita Robles, quien filtró a los periodistas que Manuel Marchena iba a ser el presidente del poder judicial.
Sin dar nombres, Pablo Casado aseguró públicamente que "lo nuclear" en el proceso de renovación del CGPJ es que había "rivalidades internas" dentro del Consejo de Ministros, entre los miembros con acceso al poder judicial, que llevaron a la citada filtración y que acabaron provocando "el descarrilamiento" del pacto. "Lo hirió de muerte", afirmó en la SER, restando importancia a los polémicos mensajes de Ignacio Cosidó, todavía al frente de la portavocía del Senado.
Ya sin acuerdo alguno con el Ejecutivo, el PP exigió alto y claro el adiós político de Delgado. "Tenemos un Gobierno indigno con una ministra de Justicia reprobada tres veces –dos por el Congreso y una por el Senado–", censuró Montserrat, que también utilizó como motivo para su marcha la destitución del abogado del Estado que defendió acusar por rebelión en el juicio a los promotores del golpe separatista en Cataluña. "Elecciones ya", clamó la portavoz del Grupo Popular.
En esRadio, con Federico Jiménez Losantos, Isabel García Tejerina dejó claro que "no nos parece bien que siga donde está". Y sacó a colación las grabaciones con el polémico José Manuel Villarejo: "Cuando era fiscal tenía que perseguir de oficio delitos y delante de ella se hizo una confesión. No solamente lo aplaude sino que dice que la extorsión es éxito asegurado". "El país no se merece una ministra que miente y defiende a los que quieren romper España", trasladó el PP en las redes sociales.
Cosidó sigue como portavoz
Mientras, Cosidó siguió al frente de sus responsabilidades, pese a que un día más ningún alto cargo de Génova lo respaldó públicamente. A vueltas con el autor de su mensaje, Casado reconoció que éste le transmitió que no lo escribió. Y, tal y como ya publicó este diario, fuentes del partido advirtieron de que el contenido del mismo era "parecido" al que trasladaba en ese momento la dirección para intentar justificar el acuerdo con el Gobierno. Pese a ello, tanto Teodoro García Egea como Rafael Catalá se desentendieron. "La información que daba era falsa", zanjó el líder del PP.
"No voy a tolerar ninguna actitud no solo al margen de la ley sino que se aparte de la ejemplaridad", afirmó Casado en laSER, preguntado por el supuesto espionaje a Luis Bárcenas bajo el mandato de Cosidó en la Policía Nacional. "Se iría al día siguiente del PP", se comprometió. En Génova, existe el temor de que en los próximos días salgan más revelaciones que afecten al portavoz, que si nada cambia acudirá el lunes al Comité de Dirección del PP, e incluso a otros dirigentes. "De momento, son rumores, no hechos que podamos contrastar", deslizaron las fuentes consultadas.