Parte del PP trató ya a Ignacio Cosidó como si fuera un cadáver político. Continúa al frente de la portavocía en el Senado y mantiene su silla en el Comité de Dirección, pero nadie con peso político salió a respaldarle. Pablo Casado esquivó a los periodistas, tanto a la entrada como a la salida del hemiciclo del Congreso, y su número tres, Javier Maroto, optó por no responder a la pregunta concreta de si la dirección nacional le apoyo.
En este contexto, algunos dirigentes del partido hicieron apuestas en privado sobre cuánto tardará en caer. "Hay que mirar hacia delante", contestó Teodoro García Egea en Onda Cero, no sin precisar que Cosidó ya ha dado "muchas explicaciones". Según el entorno del portavoz, sigue manteniendo el "pleno respaldo" de su grupo así como "la confianza" del presidente del PP. Y lo cierto es que, de momento, Casado no ha forzado su marcha.
Públicamente, solo algunos senadores dieron la cara por él, como Javier Arenas, hoy portavoz adjunto en la Cámara Alta. "Está haciendo un gran trabajo en el grupo y tiene nuestro respaldo sin duda", aseguró. José Manuel Barreiro también le apoyó, y recordó que fue recibido con aplausos el día anterior en la reunión de la dirección del grupo.
Pero hasta ahí llegaron las muestras de cariño. De hecho, el partido continuó enredado sobre quién es realmente el autor del mensaje de móvil que provocó, junto a su presunta implicación en la trama Villarejo, que hoy por hoy esté en el alambre. Tal y como publicó este diario, cargos próximos a Cosidó dieron a entender que reenvió el texto "de otro cargo de Génova" en consonancia con el argumentario interno que en esos momentos transmitía la dirección.
Rafael Catalá, negociador clave en el proceso de renovación del CGPJ hasta que todo estalló por los aires por la renuncia de Manuel Marchena, fue uno de los dirigentes señalados internamente."No, en absoluto", replicó en una breve declaración a los periodistas en el Congreso. García Egea también negó ser el autor de ese mensaje. "Niego" que provenga de la dirección nacional, aseguró Maroto.
"El responsable de ese mensaje es Cosidó, que fue quien lo envió al grupo y tiene que asumir las responsabilidades por ello", zanjaron desde el equipo de Casado, que este jueves romperá su silencio en la SER. En Génova, más allá de dicha polémica, temen que "todavía haya más sobre Villarejo", aunque el portavoz siempre ha desmentido con contundencia ningún tipo de vínculo con el que fuera comisario.