Pablo Casado trató de pasar página tras pactar con el Gobierno la renovación del poder judicial. No quiso dar explicaciones sobre la negociación, ni tampoco hacer autocrítica. "No vamos a hacer más valoraciones", zanjó a preguntas de los periodistas, en el inicio de la campaña andaluza en Sevilla. Pero el PP siguió enredado por esta cuestión. Casi al mismo tiempo, pero en el Congreso, su portavoz Carlos Rojas cargaba contra José Ricardo de Prada, próximo vocal del Consejo General del Poder judicial tras el acuerdo entre populares y socialistas.
Según el equipo de Casado, es mejor que De Prada esté en el CGPJ "sin poner sentencias" que en la Audiencia Nacional. Él redactó el fallo de la primera etapa del caso Gürtel, que desembocó en la moción de censura contra Mariano Rajoy. "Hay muchos juristas de reconocido prestigio con más prestigio que usted. Es bueno para la justicia española que deje de hacer lo que estaba haciendo, que deje de poner sentencias", le espetó Rojas en la comisión consultiva de nombramientos del Congreso.
"Hay que verlo con perspectiva", defendieron en la cúpula del partido, donde recordaron que "hemos logrado" que la exdiputada de Podemos Victoria Rosell cayera de la lista de integrantes del órgano. Si bien, la elección de De Prada ha incendiado al grupo popular hasta el punto de que algunos diputados sopesan romper la disciplina de voto. "La votación es secreta, y yo me niego", sugirió esta misma semana un destacado dirigente popular, en los pasillos de la Cámara.
Pero, yendo al fondo, hay dirigentes del PP que reconocen que "muchos de nuestros votantes" no entienden la negociación "a oscuras" con el Gobierno. "Cuando pedíamos la dimisión de Delgado, Catalá estaba reuniéndose con ella", reconocieron varios cargos consultados por este diario. Y, lo más importante, "ha calado la percepción en la gente de que nos repartimos los jueces, que todo está politizado". "El discurso de Ciudadanos llega a muchos de los nuestros", constató un líder regional.
Un asunto espinoso para el PP, que Casado quiso orillar en un encuentro con los medios coincidiendo con el arranque de la campaña. Y ello pese a que el líder de la oposición solo ha tratado públicamente esta cuestión en una ocasión, el pasado lunes, pocos minutos después de que se filtrara que Manuel Marchena será el presidente del CGPJ. "Respetamos el proceso que marca la Constitución y respetamos los plazos que obligan a que se renueve conforme a la ley", se limitó a contestar, preguntado expresamente por si hacía autocrítica después después de que la asociación Francisco de Vitoria haya anunciado que recurrirá el nombramiento de Marchena.
Ya después, desde su entorno recordaron que Casado "nunca" ha criticado el sistema de elección del poder judicial, como sí hace Ciudadanos. "Aunque no sea popular", subrayaron las fuentes consultadas, que únicamente admitieron que "tal vez" no se haya acertado "en los tiempos" por parte del Ejecutivo.