Pablo Casado rompió con María Dolores de Cospedal tras una semana con el PP en estado de ebullición por sus vínculos con el polémico José Manuel Villarejo. Después de los últimos audios, según los cuales encargó espiar al hermano de Alfredo Pérez Rubalcaba, Teodoro García Egea la convocó en la sede de la formación, y al término de la reunión ella misma informó a través de un comunicado que ya no forma parte del Comité Ejecutivo. Horas después, dejó claro que "no" piensa renunciar a su acta de diputada, como así desea un importante sector de la formación.
En caso extremo, Casado podría expulsar a Cospedal del Grupo Popular, lo que le llevaría a sentarse en el grupo mixto. Una decisión que Mariano Rajoy tomó con Rita Barberá en el Senado, y que provocó una enorme controversia interna. "No queremos llegar a eso, las decisiones las tiene que ir tomando ella", sugirieron las fuentes consultadas. "Paso a paso", según la dirección nacional, que no descartó nuevas grabaciones comprometedoras. "Acabará dejando la vida política por completo".
Actualmente, Cospedal sigue siendo diputada dentro del grupo que dirige su fiel aliada Dolors Montserrat, preside la comisión de Exteriores en la Cámara Baja y es vocal en la comisión permanente. "Está muy afectada porque se va por la puerta de atrás de Génova y por el trato de muchos compañeros", según un cargo próximo a la exministra. "Defiende que no hizo nada malo, que lo volvería a repetir, que fue por el bien del partido", subrayó esta fuente. "Soraya tiene que estar encantada", sugirió malicioso un diputado.
Tras despachar con el número dos y tres del PP -Casado no se reunió personalmente con ella- en la mañana de este lunes, Cospedal emitió un comunicado sin membrete del partido en el que anunció que deja "el máximo órgano de dirección" del partido. "Ante los múltiples ataques que he recibido estos días por las conversaciones mantenidas por el ex comisario Villarejo, y para evitar que estos ataques se hagan extensivos a la formación política de la que he sido secretaria general, y a su actual presidente, he decidido renunciar a mi condición de miembro del Comité Ejecutivo", se puede leer en su escrito, que el propio equipo de prensa de Génova hizo público antes de la comparecencia de Teodoro García Egea en Génova13.
"Yo no he mentido nunca acerca de mi conocimiento de Villarejo y de haber mantenido reuniones con él. Siempre lo hice pensando que era mi obligación como secretaria general para tener toda la información posible acerca de los hechos que pudieran perjudicar a mi formación y en ese sentido actué, porque mi lucha contra la corrupción que pudiera afectar a mi partido ha sido siempre una prioridad en mi función como secretaria general", se reivindicó. Y aseguró que "las manipulaciones que se están haciendo" de las cintas filtradas "tratan ofrecer una imagen distorsionada de la realidad".
El secretario general del partido, que compareció escoltado por Javier Maroto, se acogió a que Cospedal deja la Ejecutiva para dar por saldada la crisis. "Una decisión de mutuo acuerdo" que "le honra", dijo, para a renglón seguido reclamar la dimisión de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, que "mintió" sobre sus contactos con Villarejo. "Espero que deje con la misma rapidez que Cospedal el Consejo de Ministros. Se ha reído de todos los españoles", afirmó.
No fue una comparecencia fácil. Preguntado si Cospedal debe dejar también su escaño, aseguró que se trata de una "cuestión personal" en la que el PP "no tiene potestad". En el encuentro que mantuvieron en Génova13 no le reclamaron el acta, según las fuentes consultadas. "El resto de las cuestiones no me corresponde a mi responderlas", insistió ante la batería de preguntas de los informadores.
A última hora de la tarde, Cospedal reapareció en un acto por el aniversario de La Razón, en el que coincidió con Casado, al que saludó brevemente. Y atendió a los medios de comunicación: "Me he ido del Comité Ejecutivo para ayudar a mi partido y no perjudicarle, pero no voy a admitir que haya hecho nada malo porque yo cumplí con mi responsabilidad como secretaria general", insistió. Aseguró en varias veces que "no" va a dejar el acta de diputada.
En síntesis, otro lunes negro, con el PP en tensión, incapaz de recuperar la iniciativa. "Estamos cometiendo los mismos errores del pasado. Cuanto antes se vaya Cospedal, mejor", resumió un diputado. "Esto recuerda cada vez más al caso Cifuentes, que acabó como acabó", en palabras de otro alto cargo. Fueron muchos los que hablaron de "dimisión en diferido" mientras Casado, de nuevo, guardó silencio.