El PP se mostró enrarecido, preocupado. María Dolores de Cospedal optó por no acudir a la Cámara Baja tras las nuevas grabaciones con José Manuel Villarejo mientras Pablo Casado huyó literalmente de los periodistas. Un silencio muy calculado, según las fuentes consultadas, aunque este jueves, festivo nacional, tiene prevista una rueda de prensa en Huelva. Oficialmente, Génova insistió en que "no hay delito" en los audios conocidos hasta la fecha, aunque no descartaron filtraciones más grave en los próximos días.
El caso Cospedal marcó la agenda para el PP. La ofensiva de Casado contra Pedro Sánchez en la sesión de control quedó en un claro segundo plano. "No podemos volver a estar en el foco por la corrupción. Se beneficia el Gobierno, que lo ha utilizado en el pleno, y también Ciudadanos. Hoy nadie ha prestado atención al discurso de Casado", constató un destacado dirigente popular. Tal y como avanzó este diario, el mutismo del presidente alimentó un día más los rumores sobre el futuro de quien fuera secretaria general. Tanto es así que su equipo se vio en la obligación de desmentir que iba a dimitir en la tarde del miércoles.
"No" cometer los errores del pasado
Según fuentes de Génova, el líder de la oposición no quiere "cometer los errores del pasado". A su juicio, casos como el de José Manuel Soria o Rita Barberá se gestionaron muy mal por parte de la entonces dirección, y de ahí que no quiera mojarse hasta saber el alcance final de las grabaciones. Las explicaciones, según su entorno, las tiene que dar Cospedal. "Nos llegan versiones de todo tipo sobre lo que puede salir, tenemos que ser cautelosos", explicaron fuentes de la dirección del PP. Cospedal "no" les ha dado información sobre los "trabajos puntuales" que solicitó a Villarejo.
Así, un día más, la frialdad pública de Casado con Cospedal resultó manifiesta, aunque desacharon el martes en la Cámara Baja. Fue Teodoro García Egea el que volvió a dar la cara ante los medios de comunicación. Lo hizo en dos ocasiones. "Delgado ha mentido y Cospedal no", afirmó una y otra vez el secretario general. "La barrera es la comisión o no de un delito" pero "lo que hay a día de hoy es morbo", afirmaron fuentes de la dirección. E insistieron: "De momento" no hay cambio de posición. Isabel García Tejerina, muy próxima a ella, quiso restar importancia a la polémica.