El PP como único partido de centroderecha frente al resto en su lucha contra los Presupuestos Generales del Estado. Es el mensaje que lanzó Pablo Casado, ante empresarios en Valencia, después del movimiento de Ciudadanos en la Mesa sobre las cuentas públicas. Se dirigió directamente a Albert Rivera, al que pidió que recapacite y se una a su partido.
"Los Presupuestos son la semilla de la recesión", aseguró Casado, para a renglón seguido defender que no se puede facilitar la tramitación de unas cuentas que no tienen aprobada la senda de déficit, y que contarán con los votos de "partidos de extrema izquierda, independentistas y del PSOE".
En este contexto, Casado observó que Ciudadanos "vuelve a sus orígenes" ocupando "el boquete" del espacio de centroizquierda "que es necesario cubrir tras la radicalización" de Pedro Sánchez. En otras palabras, que sólo queda el PP en el centroderecha, toda vez descalificó por primera vez de forma clara las "propuestas radicales" de VOX.
En el XXI congreso nacional de la empresa familiar, Casado justificó su estilo de oposición, que consideró "responsable". Y recordó una vez más que tendió la mano a Sánchez si mantenía la senda de déficit de la era de Mariano Rajoy y también en la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
Propuestas económicas
Recuperando el plano económico, el líder del PP prometió que si su partido llega a gobernar, lo que hará es "no molestar" a las empresas y abordar una profunda rebaja de impuestos, como el de Sociedades y el IRPF; rechazar la tasa a las tecnológicas y al diésel; y no subir las cotizaciones a la Seguridad Social.
"Nuestros planes como PP no distan mucho de vosotros. Lo que tiene que hacer un partido es no molestar a las empresas y favorecer una regulación que favorezca la generación de riqueza y empleo", afirmó ante los más de 600 directivos de compañías familiares que asisten al foro.
Tal y como recoge EFE, entre las medidas que planetó están rebajar el Impuesto de Sociedades al 20 por ciento; el del IRPF, al 40, y suprimir el impuesto al ahorro y el de Donaciones y Sucesiones. También se mostró en contra del impuesto al diésel, a las transacciones financieras y a las tecnológicas como propone el Gobierno.
Casado abogó por mantener la reforma laboral e, incluso, mejorarla, y propuso que las cotizaciones sociales se publiquen en la nómina para que los empleados sean conscientes de los costes laborales.