Podemos, Izquierda Unida y varias decenas de organizaciones y asociaciones de su órbita convocaron este sábado una manifestación en Madrid contra PP y Ciudadanos. Se trataba de una movilización peculiar, más propia de repúblicas bolivarianas que de una democracia occidental: un partido en el poder llamando a manifestarse contra la oposición. Así lo presentaba en un vídeo en su cuenta de Twitter el propio: Juan Carlos Monedero: "Vamos a salir, a marchar, a ocupar las calles".
Mañana sábado a las 18:00 salimos de Atocha para recordarle al @PPopular y a @CiudadanosCs que la austeridad mata. Gracias a todos los colectivos por no haber tirado la toalla en estos años difíciles. Gracias por estar en las calles. #cambiamostodo27O pic.twitter.com/L222pXwN0p
— Juan Carlos Monedero (@MonederoJC) 26 de octubre de 2018
A pesar de haber negociado los Presupuestos Generales del Estado y ser el socio del partido en el Gobiernos, Monedero aseguraba en su mensaje que "vamos a recordarle al poder que los recortes de PP y Ciudadanos no son de recibo".
Sin embargo, la convocatoria ha sido uno de los mayores fracasos de Podemos hasta la fecha: tal y como recogía Luis del Pino también en Twitter, las webcams en la Puerta del Sol de Madrid, destino final de la manifestación, mostraban un clamoroso vacío en la céntrica plaza: apenas unos centenares de personas reunidas en torno al gran escenario a un lado de la plaza, que aparece ligeramente más ocupada que cualquier otro sábado por la tarde.
El fracaso muestra una vez más que Podemos ha perdido la que era una de sus señas de identidad: el partido "de las calles, las plazas y la gente" es ahora incapaz de movilizar a sus afiliados.
Una desmovilización que no se limita a las manifestaciones callejeras y que también se ve en los procesos internos del partido, como en las recientes primarias para liderar el partido en Galicia, en las que sólo 3.172 personas de los más de 25.000 inscritos han votado.