Pablo Casado no rectificó, pero ya no acusó directamente a Pedro Sánchez de ser "partícipe" de un "golpe de Estado" en curso. Lo que reclamó al jefe del Ejecutivo es que no tenga "la piel fina" y rompa con los independentistas en vez de con el PP. "Nadie se cree su victimización", aseguró, mientras se reafirmó en que "hay un desafío a la soberanía nacional y a la seguridad en Cataluña" y el Gobierno "tiene toda la responsabilidad de poner los medios a su alcance para pararlo".
Un día después de la polémica, el PP volvió a cerrar filas en torno a Casado. En Génova se felicitaron de que "ahora nadie duda de que lideramos la oposición" y "hemos descolocado a Ciudadanos". Aunque algunas voces, siempre en privado, insistieron en la necesidad de no olvidar el centro "para que no cale la propaganda de Moncloa de que somos de extrema derecha".
En este contexto, Casado preguntó a Sánchez por qué "no" rompe mejor con Quim Torra por sus amenazas al Estado. Y en Génova recordaron, tal y como avanzó este diario, que no tiene interlocución con él desde el pasado 2 de agosto, cuando tuvieron su primera y única reunión en Moncloa. "¿Qué relaciones van a romper si desde la moción de censura únicamente hablan con independentistas y con Bildu?", se preguntaron en la dirección nacional. "¿Por qué no informa de lo que hablaron Zapatero y Otegi", añadieron.
"Yo con el PSOE nunca romperé, y eso que nos han llamado de todos", zanjó el líder de la oposición. Y recordó que a José María Aznar le llamaron "asesino" y a Mariano Rajoy "indigno". "A mí me han llamado indigno y ultraderechista", exclamó. "Menos sobreactuar", solicitó al jefe del Ejecutivo. "Quiere ganar el debate en el camerino", dijo, convencido de su triunfo en el rifirrafe parlamentario del miércoles.
"Como soy responsable y a la política se viene llorado, lo que digo es que yo no rompo relaciones con nadie más que con los independentistas y con Bildu", remató Casado, que tras su intervención en un desayuno ya no quiso atender a los medios de comunicación en los pasillos del Congreso. Sí lo hicieren los suyos, para defenderle. "Es evidente que Sánchez no ha roto con quien tenía que romper, que son con los que han intentado un golpe", en palabras de Teodoro García Egea.