Se le complica el proyecto electoral al expresidente catalán, Carles Puigdemont, con el que pretende apoderarse de todo el apoyo independentista y acorralar a sus socios de ERC en un primer intento que podrían ser las próximas elecciones municipales. Después de que los de Oriol Junqueras le hayan dado plantón para concurrir juntos a los próximos comicios, a Puigdemont le está costando conseguir respaldo dentro del independentismo tanto dentro como fuera de los partidos. ERC no es el único que le ha dejado solo, también la CUP y las entidades. Y hasta su propio partido, el PDeCAT, que aunque ha anunciado este mismo jueves que "trabajarán de manera conjunta" no se disolverán en el futuro partido de Puigdemont.
El proyecto de la Crida Nacional por la República fue anunciado el pasado mes de julio y se presenta como base transversal del independentismo con el único objetivo de conseguir la república sin renunciar a la vía unilateral. "Un mecanismo de acción política distinto, innovador, ambicioso", ha dicho este jueves en la presentación de su hoja de ruta una de sus promotoras, la diputada de JxCat, Gemma Geis. Hasta la fecha, la Crida cuenta con 50.000 inscritos, muy lejos de lo previsto, lo que se convierte en motivo más que suficiente para posponer su puesta de largo como organización hasta finales de año. En concreto, la fecha elegida, y nada casual, sería el día de Constitución, el 6 de diciembre.
Eso y los fondos, porque las nuevas siglas de Puigdemont tampoco contarían con el dinero necesario como para acabar su fase de construcción. Tanto es así, que este jueves, los organizadores han lanzado una campaña de recaudación en la que a partir de ahora se cobrará 10 euros a cada persona que quiera formar parte de la plataformay quiera participar en el debate y votación de las enmiendas de los documentos fundacionales.
También sin candidato
El próximo 27 de octubre, aniversario de la votación del texto de ruptura en el Parlamento, será cuando se celebre la convención fundacional en Manresa, muy cerca de la prisión de Lledoners donde los presos, Jordi Sánchez y Jordi Turull se están encargando de parte del diseño de esta Crida desde sus celdas. Ese día se dará a conocer la estrategia de acción política y de organización de la marca.
Sin fondos ni inscritos lo que tampoco queda claro es si la marca electoral de Puigdemont va a poder estar lista, como pretende, para las próximas elecciones municipales y europeas de la primavera de 2019. Ahora mismo, esta posibilidad queda en el aire y así lo ha dado a entender uno de los posibles candidatos a la alcaldía de Barcelona, Ferrán Mascarell, exconsejero con Artur Mas y hombre fuerte de la Generalidad en Madrid, que tampoco confirma que vaya a aceptar la invitación.
"La Crida, hoy por hoy no puede tener un punto de vista sobre las municipales, más allá de que promoveremos la máxima unidad posible", ha dicho Mascarell este jueves evirtando confirmar si aceptaría el reto de ser candidato. El "plan b" de Puigdemont sería la escritora Pilar Rahola que esta misma semana ha hecho un llamamiento a hacer un frente común con ERC para presentarse con el candidato de Junqueras, Ernest Maragall, a las elecciones municipales en Barcelona.