Los separatistas pactan mantener cerrado el Parlament

El tiempo se acaba, si el Parlamento catalán pretende reabrir sus puertas el próximo 2 de octubre, día en el que se celebrará el inicio del curso político con el Debate de Política General, los socios separatistas de JxCAT y ERC tienen que acordar de qué manera sustituir al fugado Carles Puigdemont y a los otros 5 diputados procesados por el delito de rebelión. Es el caso de Jordi Sánchez, Jordi Turull, Josep Rull y los diputados de ERC, Oriol Junqueras y Raul Romeva.

El magistrado del Supremo dejó en manos del propio Parlamento autonómico la posibilidad de que los 6 diputados sean sustituidos temporalmente por otros de sus respectivos grupos parlamentarios sin que tengan que dejar definitivamente el escaño. Opción ésta que ninguno de los dos grupos estaría por la labor de aceptar por la lectura que tendría. Los de Puigdemont pretenden blindarle únicamente a él, conseguir a toda costa que conserve su escaño para no escenificar, aunque solo sea de forma temporal, que el Supremo ha conseguido apartarle de la cámara catalana.

Los de Junqueras lo ven injusto, fuentes del partido dicen que "o se blinda a todos o a ninguno" y estas discrepancias son las que siguen retrasando que sea posible abrir el periodo de sesiones en el Parlamento. Es, sin lugar a dudas, la cámara autonómica con menos actividad en lo que llevamos de curso político con solo 9 comisiones en el calendario en dos semanas de curso. Otra cosa son los plenos, que hasta que no se acate la decisión del magistrado del Supremo no podrán retomarse.

Hasta entonces, y en mitad de las continuas denuncias por parte de los grupos de la oposición, el debate en la cámara catalana se centra ahora en las pocas comisiones que se están celebrando después de que la semana pasada se llegase a un empate en una de ellas, concretamente en la de Territorio. Hasta que se decida el asunto de las sustituciones, los separatistas cuentan con 63 escaños frente a los 65 que tiene la oposición y el acuerdo al que se ha llegado este martes en la Mesa del Parlamento, con mayoría independentistas, es el de respetar el reparto de escaños sin restar los escaños de los suspendidos aunque no puedan ejercer el voto.

Un acuerdo que no podrán estirar eternamente pero que, de momento, contribuye a seguir manteniendo la cámara totalmente inoperativa unas semanas más. La fecha límite para desencallar esta situación es el 2 de octubre y el separatismo es incapaz de confirmar si para esta fecha podrá celebrarse finalmente el Debate de Política General sin riesgo de que vaya a tener que retrasarse ante la falta de acuerdo.

El independentismo tiene que cerrar un acuerdo en bloque y las opciones son dos: o aceptar la sustitución temporal y no perder sus votos aunque los 6 diputados no cobren su sueldo, o desobedecer al Supremo y quedar en minoría el resto de la legislatura con el consiguiente riesgo de que la oposición les lleve automáticamente a los tribunales.