La noticia saltó porque un simpatizante del PP hizo pública una foto de la regidora de Cañete la Real en un balcón del Ayuntamiento de San Sadurní de Noya, en el que pueden verse toda clase de símbolos independentistas. El hecho fue recogido por medios malagueños y por La Vanguardia y causó un inmediato revuelo tanto en su pueblo como en el PSOE andaluz.
La alcaldesa, Josefa Jurado, dice que fue víctima de una emboscada porque no era consciente de que el balcón desde donde dio el pregón estaba completamente lleno de símbolos independentistas y llamadas a la libertad de los "presos políticos" que podía ver todo el mundo en la plaza municipal de San Sadurní. Obviamente, hay que deducir que nadie la avisó de lo que estaba ocurriendo bajo sus pies.
Josefa Jurado, alcaldesa socialista de Cañete la Real, dio el pregón de las fiestas de la localidad catalana, pues, sin ser consciente de que en el balcón podían verse toda clase de símbolos independentistas y pancartas donde se pedía la libertad de los "presos políticos". Cañete la Real y la localidad vasca de Cegama son municipios hermanados con San Sadurní, motivo por el cual fueron invitados.
Posteriormente, el gobierno municipal Cañete dijo en un comunicado que el acto se celebró porque había un compromiso del alcalde de San Sadurní, Josep María Ribas (ERC), según el cual en la fachada del consistorio no habría propaganda de ningún tipo relacionada con el independentismo y los políticos presos. Pero evidentemente el alcalde invitante no cumplió su promesa.
Como consecuencia, la alcaldesa anuncia que está dispuesta a romper el "hermanamiento" que tiene con la localidad y dice sentirse decepcionada por el consistorio catalán porque no había símbolo alguno en la fachada cuando ella llegó a la Casa de la Villa, salvo las banderas vasca y andaluza junto a la bandera catalana.
En u comunicado, la alcaldesa de Cañete aseguraba que en España "no hay presos políticos ni exiliados",que está y estará "siempre al lado de la legalidad, del respeto y de la defensa de la Constitución española" y lamenta el gran daño que se le hecho
En la polémica ha intervenido el PSC local que ha dicho que fueron los concejales de ERC, la CUP y el PDeCAT los que colgaron la propaganda independentista con una "absoluta falta de respeto hacia las banderas que representan las poblaciones invitadas", y ha exigido al alcalde anfitrión Josep María Ribas una disculpa pública y su dimisión y le reclamó que ofrezca una "disculpa pública".
Pero, lejos de ellos, Ribas explicó que fue retirada la pancarta que cuelga de su fachada reclamando la libertad de los políticos presos para dejar sitio a las banderas del acto de hermanamiento y que no era consciente de la acción perpetrada por algunos de sus concejales. Añadió que no dimitirá porque todo es parte de una "estrategia política forzada" con la intención de hacer daño.