Año intenso en la "escola catalana". La participación de una parte de la comunidad escolar en el referéndum ilegal del 1-O, con muchos directores y docentes al frente de las operaciones, marcó un curso en el que se ha puesto de relieve el adoctrinamiento catalanista en las aulas y la fuerte implicación de un sector del profesorado en el proceso separatista.
Los sindicatos y partidos nacionalistas se han opuesto con uñas y dientes a la más mínima inspección del Estado durante la aplicación del 155. La "escola", como la calle, siempre será suya, alegan en defensa del modelo de la inmersión y la formación del espíritu nacionalista.
A modo de ejemplo de las prácticas separatistas en los colegios, Sociedad Civil Catalana (SCC) difunde a través de las redes sociales el vídeo de la intervención de un docente catalán ante alumnos de todas las edades congregados en el patio.
El profesor se dirige a los chicos y chicas, niños y niñas micrófono en mano y suelta un mitin sobre una pancarta con la palabra "democracia" que el centro ha puesto en la verja. Se queja de que la han arrancado varias veces. "La primera vez duró dos días. Cuando volvimos el lunes, la democracia había desaparecido. La volvimos a colocar porque somos gente demócrata y perseverante. Nos toca a todos y cada uno de nosotros ser perseverantes y recuperar la democracia", arenga el profesor, acompañado por una música de fondo.
Niños y adolescentes asisten sentados en el suelo y las escaleras al "dramático" discurso. La democracia está en peligro en Cataluña, según el separatismo. Y hay que persistir. El frente de las escuelas resistió el 155, los casos de discurso del odio de decenas de profesores tras el 1-O han sido archivados, el PP ha perdido el Gobierno y el PSOE se dispone a negociar. El profesorado, sin embargo, no rebaja la tensión. Hay que mantener al alumnado "consciente y orientado", preparado y dispuesto para luchar por la "democràcia" golpista.