En un salón de comparecencias del Ministerio del Interior en el que no cabía un alfiler y con más de un centenar de personas en una sala contigua siguiendo el acto por pantallas de televisión, el magistrado Fernando Grande-Marlaska ha tomado posesión este jueves de su cargo de ministro.
Junto a él han estado los principales mandos policiales de la Guardia Civil y la Policía Nacional, antiguos compañeros de la carrera judicial como el magistrado de la Audiencia Nacional Pablo Ruz o Alfonso Guevara, así como veteranos y polémicos predecesores suyos en el cargo como el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba.
En una breve intervención ha asegurado que es "un lujo" llegar a este ministerio y coordinar el trabajo de Policía Nacional, Guardia Civil, Protección Civil, Tráfico e Instituciones Penitenciarios y ha recordado que Interior es el Ministerio que "permite que podamos ejercer nuestros derechos individuales". "Espero estar a la altura de las circunstancias. Todos vamos a trabajar para generar lo que la Constitución nos exige, un Estado de derecho", ha dicho.
Tras agradecer a todos los presentes su asistencia, especialmente al exministro Rubalcaba, con el que se abrazó tras dejar el estrado, ha tenido palabras de recuerdo dirigidas especialmente a su madre y a su marido.