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Iglesias dice que "toma nota" pero ni piensa en marcharse

El líder de Podemos no se mueve de su puesto a pesar de que más de un 30% de los que han participado en su consulta lo han pedido.

El líder de Podemos no se mueve de su puesto a pesar de que más de un 30% de los que han participado en su consulta lo han pedido.
Pablo Iglesias | EFE

"Quiero agradecer la participación en la consulta y los apoyos recibidos. También quiero decir que tomo nota del mensaje del 30 por ciento de inscritos que no nos han apoyado. No han sido días fáciles para nosotros, pero tampoco para la gente de Podemos", así comenzaba la carta que Pablo Iglesias escribió a sus inscritos después de conocer que un 31,58% de los que votaron en la consulta sobre su chalé habían pedido su dimisión.

Eso sí, a pesar de que 3 de cada 10 de los que han votado no quieren que siga adelante, Iglesias ni piensa en marcharse. "Con más de 128.000 apoyos que representan casi el 70% (en realidad son 68,42%) de los participantes en la consulta más numerosa de nuestra historia, mi obligación es seguir al frente de Podemos y representar dignamente tanto al 70% que me apoya como al 30% que querría otro secretario general. Lo asumo con más ilusión y también con más madurez que nunca", dice en el escrito.

Es en ese momento de la misiva donde carga contra las noticias publicadas sobre su chalé de más de 600.000 euros. "Nos hemos enfrentado al más poderoso de los adversarios, la casi total unanimidad de la opinión publicada, que ha sido capaz de convertir un asunto privado en un debate público nacional y en un debate interno que ha provocado una participación de nuestros inscritos mayor que la de la última Asamblea Ciudadana".

Presume el líder de Podemos de que "ante el desafío a nuestra credibilidad, en el momento de mayor intensidad del cuestionamiento sobre nosotros, hemos respondido dando la cara y asumiendo la rendición de cuentas permanente como mecanismo democrático".

"Cometo errores"

"Cometo errores y seguramente los seguiré cometiendo, pero nadie podrá decir que nos aferramos al cargo o que nos escondimos ante la crítica. Creo humildemente que hemos vuelto a demostrar que somos distintos", asegura un Iglesias que en ningún momento se planteó renunciar a su chalé y prefirió poner en un brete a sus inscritos y que ellos decidieran si mantenerlo en el cargo o dejar un partido descabezado.

"A partir de hoy, cada vez que la coherencia de un líder político sea cuestionada, el mecanismo revocatorio estará en la mente de todo el mundo. Hace años nadie hacía primarias en España y hoy hasta los partidos más conservadores las tienen que asumir. Las consultas revocatorias deben también normalizarse. La elección para un cargo público o de partido no debe ser un cheque en blanco", prosigue para acabar la carta afirmando que "entre las obligaciones de un dirigente de Podemos no sólo está ser honrado, sino también evitar dar armas al adversario. Quien hace política debe saber que sus reglas son injustas (especialmente si eres de Podemos) y que muchas decisiones personales legítimas pueden ser sometidas, justamente o no, al escrutinio público. Cuando eso ocurre no sólo debemos dar la cara, también debemos tomar nota. Y he tomado buena nota de ello. Toca seguir y esforzarnos para ser mejores y estar así más cerca de ganar y cambiar nuestro país.Gracias a todos. Sí se puede", termina Pablo Iglesias.

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