La sentencia de la Manada se ha convertido en munición separatista para desacreditar a los jueces, una nueva prueba de que sus dirigentes se enfrentan a una justicia desacreditada y fuera de control.
El expresidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, reaccionó a la sentencia con la reproducción en su cuenta de Twitter del siguiente mensaje de otro usuario: "Es un perfil muy definido: militar o guardia civil, nacionalista español, extrema derecha, machista, violento, violador. La cultura española es tan violenta que ni los jueces ven violencia en una violación en grupo".
Puigdemont reprodujo también una pieza del diario de Jaume Roures, Público, con el titular "Tuitear es terrorismo pero lo de La Manada no es agresión sexual" y otra de El Nacional, dirigido por el exdirector de La Vanguardia, José Antich, alusiva a que en la BBC se identificaba a dos de los condenados como "oficiales" de la Guardia Civil y el Ejército.
Por su parte, el vicepresidente del Parlament Josep Costa, del grupo de Puigdemont, añadía en la red social a modo de conclusión que "hoy es un buen día para recordar que la democracia, con sus imperfecciones, es mucho mejor que el gobierno de los jueces".