El Partido Popular puso el ventilador. Si Cristina Cifuentes tiene que dimitir, que antes lo hagan Toni Cantó o José Manuel Franco. De momento, la orden interna de Mariano Rajoy es resistir y buscar el desgaste de sus rivales políticos, especialmente de Ciudadanos. Si bien este lunes volvieron a surgir voces en contra de la presidenta regional en el seno de su propia formación. La más importante, la de Cristóbal Montoro. "No entiendo esa obsesión por los títulos", se quejó el ministro de Hacienda. El mediático Borja Sémper admitió "incógnitas" sobre su máster que no le "gustan" ni le "tranquilizan".
A estas alturas, la principal incógnita es si el presidente del Gobierno está dispuesto a perder el poder en la Comunidad de Madrid por sujetar hasta el final a Cifuentes. Tal y como avanzó este diario, el PP está claramente dividido en este sentido. Un sector, capitaneado por María Dolores de Cospedal, cree que Ciudadanos "no puede ganar esta batalla" aunque haya que acabar en la oposición. En el lado contrario están quienes advierten delos riegos de entregar ahora la Puerta del Sol "a alguien como Ángel Gabilondo" cuando "el problema de fondo es que Cifuentes no ha sabido dar explicaciones convincentes" sobre sus estudios.
Sea como fuere, "queda mucho para el 7 de mayo", en palabras de Fernando Martínez-Maillo. Esto es, todavía hay margen de maniobra hasta el día de la moción de censura. "El PP no es una máquina de picar carne", contestó en Antena3 sobre el futuro político de la líder regional. Y pasó al ataque contra Ciudadanos. Para empezar, aireó dudas dentro del partido naranja sobre su plan en Madrid. "Me consta que hay debate sobre si apoyar una moción con el PSOE y Podemos, con Podemos que apoya a los independentistas", soltó. Siguió tirando de ese hilo: "Quiero ver a Ciudadanos sentado con Podemos y el PSOE negociando".
A juicio de Génova, la posible fotografía con Podemos hace un daño enorme a Albert Rivera en términos electorales. Y más después de la multitud de casos de políticos con sus estudios trucados que se están conociendo. "Queremos que se aplique un mismo rasero para todo el mundo", declaró Javier Maroto al término del Comité de Dirección. Se preguntó si "con el señor Cantó hay que mirar para otro lado y con Cifuentes no", ya que a esta última "se le quema a lo bonzo". "Su licenciatura en Pedagogía es como el Guadiana, aparece y desaparece", se burló. También sacó a colación los casos de Franco, Oscar Puente o Miguel Gutiérrez y pidió dimisiones.
"Váyanse todos los que mienten y los que roban", zanjó el vicesecretario general. Se le preguntó si estaba acusando a Cifuentes de mentir, y entonces aclaró que habrá que esperar a la investigación de la Universidad Rey Juan Carlos y de la Justicia para "poder tener o armar una conclusión definitiva". No habría dudas en Génova en caso de que fuera imputada: se aplicaría su propio código ético "y se iría al minuto siguiente", según las fuentes consultadas.
Fue una rueda de prensa complicada. Otra más, centrada en el caso Cifuentes. Pablo Casado optó por no comparecer, después de que la semana pasada también tuviera que dar explicaciones sobre sus estudios. "No sé qué pasará al final pero, desde luego, este tema nos está haciendo daño y no estamos para seguir regalando votos a Ciudadanos. Nuestra prioridad tendría que ser recuperar la iniciativa", resumió un alto cargo del PP. Este lunes, por primera vez, La Sexta colocó al partido naranja como ganador en caso de elecciones.