Mariano Rajoy hizo como si no fuera con él. No respaldó públicamente a Cristina Cifuentes. No la mentó. "Es un tema de los partidos", esquivó la cuestión. Comparecía en rueda de prensa junto a Mauricio Macri en Buenos Aires, en la Casa Rosada. De nuevo, los problemas internos del PP le estropeaban un viaje oficial. Mientras, Pablo Casado, con su aluvión de explicaciones sobre su máster, dejaba en evidencia a la líder madrileña.
Lo más que hizo el jefe del Gobierno fue pedir a Albert Rivera que explique su amenaza de apoyar la moción de censura en la Comunidad. "Debería explicar por qué lo hace. Yo, desde luego, ni amenazo ni advierto", dijo. Y emplazó al resultado de la negociación abierta entre ambas formaciones. Esto es, al fruto de los contactos entre Fernando Martínez-Maillo y José Manuel Villegas, encargados de intentar solucionar la crisis política. Solicitó "sentido común" y que todo se resuelva con "celeridad".
Un periodista le repreguntó si sigue confiando en Cifuentes. No quiso responder, pero los medios le apretaron. "Ya he contestado", replicó. En el partido rápidamente se interpretó como una nueva señal de que el futuro de la líder madrileña es cada vez más incierto. "Ya ni dice su nombre", apuntaron las fuentes consultadas, como ocurrió con Luis Bárcenas y otros cargos defenestrados.
Con el aval de Rajoy -que seguirá en Argentina este miércoles-, Maillo es ahora el hombre fuerte, el encargado de la negociación. Ya ocurrió durante la crisis murciana, que acabó con el fin político del popular Pedro Antonio Sánchez. En los pasillos del Congreso, Rivera sugirió en una charla informal que el PP ya está buscando un sustituto a Cifuentes, pero el popular lo negó rápidamente. "Mentira pura. Invención o intoxicación", aseguraron en Génova. Ángel Garrido, el posible presidente interno hasta 2019, rechazó contactos en dicho sentido. Si bien, como ya adelantó este diario, en el PP se barajan varias opciones a corto y medio plazo.
Públicamente, el coordinador general del PP intentó presionar a Ciudadanos con el argumento de que no le conviene una foto con Podemos en víspera de elecciones. "Debería aclarar si va a apoyar directa o indirectamente la moción de censura con Podemos para quitar el Gobierno de la Comunidad de Madrid al partido que ganó las elecciones. Esa es la pregunta que se hacen todos los madrileños", escribió en Twitter. Los populares insistieron en que están dispuestos a la celebración de una comisión de investigación, y así ganar algo más de tiempo.
"Aquí en España dimitir es fatal. Lo que se lleva es resistir. A todos esos les digo que en casa se está mejor", comentó Esperanza Aguirre, que reapareció públicamente para comparecer en la comisión del Congreso sobre la presunta financiación ilegal del PP. "¿Se lo dice a Cifuentes?", le soltó rápidamente Toni Cantó, de Ciudadanos. "Para nada, para nada", contestó. Algunos asistentes no pudieron contener la risa.
Las explicaciones de Casado
En paralelo, Casado puso en un brete a Cifuentes con su operativo para responder a todas las dudas sobre su máster. Al menos, así lo entendió una parte del propio PP. El vicesecretario de comunicación únicamente cursó 4 asignaturas de las 22 ya que las 18 restantes se las convalidaron con la licenciatura de Derecho, según explicó. Admitió que no tuvo que ir a clases ni hacer exámenes para aprobar el posgrado. Hizo cuatro trabajos, que tenía preparados para enseñar a los medios. Un total de 92 folios.
"Yo no he hecho nada que no esté permitido legalmente, hice estrictamente lo que se me solicitó", afirmó en su periplo por radios y televisiones. Acordó su plan de estudios con Enrique Álvarez Conde, encargado del polémico máster de Cifuentes. Casado también presentó los papeles sobre la inscripción y el pago fraccionado de la matrícula, así como la solicitud y aceptación de convalidaciones. "Espero que se haya explicado todo, no tengo nada que ocultar", insistió en esRadio, en esta ocasión en el programa de Dieter Brandau. "Me molesta que se intente confundir a la gente", se quejó.
Para Génova, los casos de Cifuentes y Casado no tienen nada que ver. El respaldo al segundo fue cerrado. Antes de salir a la luz la publicación de El País, ya había informado sobre su máster a sus compañeros de la dirección nacional. "Ha dado explicaciones claras, precisas, coherentes y documentadas", en palabras de Rafael Hernando.