José María Aznar se trasladó a Valencia para denunciar la presión nacionalista en la comunidad. "El nacionalismo independentista ha creado con populistas y revisionistas una amalgama destructiva para Cataluña, pero que aspira a reproducir allí donde se creen las condiciones para ello", afirmó el expresidente del Gobierno. Y avisó a navegantes: "El designio expansionista del independentismo catalán apunta claramente a la Comunidad Valenciana".
En un foro de la Fundación FAES, que él preside, aseguró que dicha comunidad es hoy "crucial" para el futuro de España. "Y de la misma manera que lo sabemos nosotros, lo saben los que quieren romper el Estado", destacó. Una denuncia, por cierto, que repite desde hace meses Isabel Bonig, la presidenta de los populares valencianos, sin cosechar un respaldo claro por parte del partido a nivel nacional. "Hay una hoja de ruta para trasladar todo el proceso separatista aquí", destacó recientemente en esRadio.
Aznar, al que no se le espera en la convención nacional que el PP celebrará este fin de semana en Sevilla, afirmó que "lo ocurrido en Cataluña es un punto y aparte, una rebelión en toda regla". "El juego ha cambiado en Cataluña y en el resto de España y quien lo ignore va a chocar contra una realidad muy sólida: España existe como nación de ciudadanos que no están dispuestos a poner en tela de juicio su continuidad histórica y su futuro de convivencia común", expuso, tal y como recoge un comunicado de su fundación.
Ante este escenario, Aznar avisó al Gobierno de que no cabe diálogo con los protagonistas del golpe. "No queda lugar para suponer buena fe en las apelaciones al diálogo, ni es posible hablar de diálogo con los que han protagonizado la rebelión", según sus palabras exactas. "Los deseos de una vuelta a la situación anterior no se van a cumplir", añadió.
En su opinión, Cataluña necesita "el remedio de la ley" y "el estímulo de una alternativa política" frente al independentismo. "Y eso requiere políticos con generosidad y liderazgo", soltó. A ojos de Aznar, es evidente que "este momento de gravedad especial" está poniendo a prueba "la solidez del edificio constitucional y las actitudes de los que queremos seguir viviendo en él". "A los independentistas se les hace frente con ciudadanía democrática y una determinación inflexible de defender lo que es de todos", remató con su contundencia habitual.