Sor Lucía Caram, dominica contemplativa, no tiene dudas respecto al significado de la Semana Santa: "Hace más de 2.000 años Barrabás quedaba absuelto y Jesús, que era inocente, era detenido. La historia se repite y Jesús sigue siendo encarcelado injustamente por su compromiso y por no renunciar al Reino de justicia y libertad querido por Dios, su Padre", tuiteaba hace unos días la tucumana.
El endiosado Puigdemont y sus "apóstoles" presos y fugados cuentan con el enfervorecido apoyo de la mayor parte del clero catalán y de los Comités de Defensa de la República (CDR), que este Viernes Santo han organizado una procesión amarilla en Tarragona para pedir la puesta en libertad de sus dirigentes y orar por la implantación de la república.
A tal efecto, el CDR de Tarragona llama a sus miembros y a la población en general a procesionar ante la prisión de la ciudad. Se trata de una "procesión alternativa", dicen sus organizadores. "Exprésate, trae pancartas, fotos, vístete como quieras, cubierto o descubierto, con peineta y mantilla y un toque de amarillo y con cirios", pide el CDR de cara a tan singular "performance".
El arzobispo Pujol
El arzobispo de la diócesis, Jaume Pujol, también está por la labor y su actividad en las redes sociales da buena cuenta de ello. "Nos duele muchísimo la situación de los encarcelamientos (sic), que hace más difícil un futuro en convivencia. Oremos por la paz y la reconciliación", pedía Pujol a raíz del ingreso en prisión de Jordi Turull y compañía.
No consta que ninguna cofradía catalana, parroquia o monasterio se haya erigido en comité defensivo, pero no por ello deja el clero local de mostrar su fe republicana en los sermones y en la 'decoración' de las iglesias con banderas separatistas y lazos amarillos.
La "procesión" del CDR de Tarragona muestra el fervoroso sustrato de sus iniciativas, ya sea cortar carreteras o parodiar la Semana Santa ante la complacencia de sus pastores.