Con el lazo morado de Mariano Rajoy, el Ejecutivo acabó de reformular su postura con respecto al 8-M. Y, un día después de las masivas manifestaciones, Íñigo Méndez de Vigo las contempló "muy positivamente" por su "transversalidad" y se comprometió a seguir trabajando en aras de la igualdad entre hombres y mujeres. "Hemos de tomar nota", enfatizó Alberto Núñez Feijóo, el líder autonómico más importante del PP. Solo Cristina Cifuentes advirtió: "Por parte de algunos sectores se quiso politizar la movilización".
El primero en fijar postura y abrazar las consignas coreadas en las marchas del 8-M fue el presidente de Galicia. Protagonista indiscutible de la clausura de las jornadas que el PP europeo celebró en Valencia, calificó de "clamor en las plazas" lo vivido y rechazó que se trataran de "manifestaciones políticas".
"Los hombres hemos de entender el mensaje que nos mandaron nuestras parejas, madres o hermanas", expuso Feijóo. E insistió en la idea de que no fue una movilización "política". "Pensarlo sería un grave error y una falta de respeto", se reafirmó. Y pidió a todas las instituciones "entender el mensaje" lanzado por miles de mujeres en muchas ciudades del país. Por ejemplo, que "un embarazo no es una mala noticia para una empresa" y hay que tomar medidas para "incentivar" la maternidad.
Cifuentes, que abogó por una huelga "a la japonesa" y fue por ello desautorizada por Rajoy, reconoció que la marcha de Madrid fue "histórica y masiva", pero dejó claro que no le gustó todo lo que vio. "Es el colmo que una representante política que quiera ir a la manifestación y sumarse a esas reivindicaciones la abucheen", dijo en relación al acoso que sufrió Begoña Villacís, de Ciudadanos. Y añadió: "Me parece que eso es una muestra de sectarismo y una falta de respeto absoluta, que desgraciadamente lo que indica es que por parte de algunos sectores se quiso politizar la movilización".
El Gobierno, contento con el 8-M
Ni un solo pero por parte del Ejecutivo. "Al Gobierno le parece muy bien esa muestra de concienciación, de solidaridad y de comprensión en pro de la igualdad", destacó Méndez de Vigo. Y se afanó en repasar las actuaciones llevadas a cabo por el gabinete para conseguir, según dijo, que "España asea el país que más ha avanzado en la eliminación de la brecha salarial". "Algunos predican y otros damos trigo", sentenció el portavoz de Moncloa.
En este sentido, anunció que se creará el puesto de embajador en misión especial para la igualdad de género con el fin de velar por la eliminación de "toda forma de discriminación y violencia contra la mujer", informa EFE.
Por su parte, en los argumentarios del PP, ni rastro de críticas sobre las protestas del 8-M. "Lo de ayer -jueves- no es una cuestión partidista ni de ideologías porque forma parte de los valores fundamentales de la democracia y debe ser una lucha general y global con distintos matices", subrayó Andrea Levy en una entrevista en Telecinco. Y quiso dejar claro: "Hacemos nuestras las reivindicaciones porque son de justicia y aún queda camino por hacer". Finalmente, se reconoció "en el feminismo".