El Ejecutivo se felicitó por la renuncia de Carles Puigdemont y avisó de que seguirá velando por el cumplimiento de la ley en Cataluña. "Después de mes y medio, Puigdemont asume que no va a ser presidente de la Generalidad, algo que no hubiera sido posible sin la determinación del Gobierno", destacó un portavoz autorizado de la Moncloa. Desoyendo al Consejo de Estado, Mariano Rajoy decidió impugnar su candidatura. "El tiempo nos ha dado la razón", zanjaron las fuentes consultadas.
Soraya Sáenz de Santamaría, contestada por un sector del PP por su gestión de la crisis, no tardó en sacar pecho en una entrevista en Cope. "El Gobierno, no muy acompañado, acudió al Constitucional para impedir que Puigdemont fuera presidente", recordó. Y ahora, a su juicio, el fin político del líder independentista es definitivo. "Aquí no hay renuncias provisionales", afirmó, no sin recordar el caso de Artur Mas.
En este sentido, Moncloa advirtió: "Un fugado de la Justicia no va a vivir del erario público". Esto es, Moncloa vigilará por el "uso correcto" del dinero de todos, toda vez que el mundo independentista habla de "un Consejo de la República". Santamaría empeñó su palabra: "El Gobierno no va a permitir que el señor Puigdemont viva de gratis en Bruselas".
Así las cosas, el Consejo de Ministros analizará este viernes las resoluciones aprobadas por el Parlamento de Cataluña para determinar si son susceptibles de recurso ante el Tribunal Constitucional. Y, sobre la candidatura de Jordi Sánchez, hoy en prisión, tanto Rajoy como Santamaría mostraron su disconformidad y reclamaron un candidato "limpio". Si bien, "la Justicia dirá si puede ir o no al pleno de investidura", en palabras de la vicepresidenta. "Esperamos que el juez diga que no", añadieron las fuentes consultadas.
"Es demencial. Hay que ir a la mayor, y si queremos construir, lo que hay que hacer ahora es elegir a una persona que esté en España, que no esté en la cárcel y que no tenga problemas con la Justicia", afirmó Rajoy a primera hora sobre la situación política que atraviesa la comunidad autónoma. Y dejó entrever sus preferencias por Elsa Artadi. "La gente ya está cansada, harta y aburrida", remató el jefe del Ejecutivo.