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El separatismo amaga con otro golpe en el pleno de homenaje a Puigdemont

Los grupos nacionalistas rebajan las enmiendas, pero se comprometen a implantar el "estado catalán surgido del 1-O".

Los grupos separatistas del Parlament han coqueteado con la reproclamación de la independencia, pero han frenado en una operación de camuflaje pactada en la mesa a espaldas de Ciudadanos y el PSC. La CUP suavizó sus enmiendas para no incurrir en una votación que hubiera puesto directamente a los pies de los caballos a los diputados imputados por el 1-O. La propuesta de resolución del grupo de Puigdemont incluyó por tanto alusiones reivindicativas al referéndum ilegal de octubre y a la declaración de independencia, pero no ratificó la república proclamada dos veces el pasado de octubre: cuando duró ocho segundos y la "simbólica" del 27.

No obstante, la oposición considera que hay materia para proceder judicialmente contra el presidente de la cámara, Roger Torrent, que maniobró para eludir responsabilidades en el trámite de las enmiendas ilegales. En una actuación estilo Forcadell, su sucesor arrancó el pleno a pesar de la manifiesta irregularidad de haber colado unas enmiendas transaccionales de la CUP y Junts per Catalunya sin pasar por admisión a trámite en la mesa de la cámara.

A pesar de la argucia, Ciudadanos y el PSC alegaron en el transcurso de las votaciones que el propósito de activar de "manera inmediata" las leyes sociales suspendidas por el Tribunal Constitucional puede ser interpretado como desobediencia y afectar a los miembros separatistas de la Mesa y a los diputados que votaron a favor.

"Legitimación" sin brillo

El pleno de homenaje a Puigdemont, la sesión con la que Junts per Catalunya quería "legitimar" al expresidente, careció de la solemnidad golpista y de los ribetes épicos que eran la norma en el Parlament previo al 155.

Torrent actuó como una apisonadora, si bien sólo perdió los papeles cuando pidió educación al diputado de Ciudadanos Carlos Carrizosa. Viniendo de negarse a dar la mano al Rey, la alusión de Torrent a la urbanidad resultó de todo menos sostenible. En cualquier caso, eludió incurrir en las sobreactuaciones de Forcadell.

Arrimadas: "Dejen de mentir"

La presidenta del grupo de Ciudadanos, Inés Arrimadas, marcó la sesión con un alegato que puso en evidencia la falta de proyecto de los separatistas más allá de la ruptura y el modus vivendi del proceso. "Es una vergüenza que en esta cámara no haya una comisión de sanidad desde el mes de junio. Nos ha servido este pleno para saber que el señor Torrent es como la señora Forcadell. Se estrena haciendo lo mismo, saltándose las resoluciones del Tribunal Constitucional y sin tener la valentía de reconocerlo. Y luego cuando están ante los jueces todo era simbólico. Basta de farsas. Están mintiendo a sus votantes. Dejen de mentir a sus votantes y de faltar al respeto a nuestros votantes", clamó la líder de Ciudadanos.

Reprochó a los nacionalistas que su mayoría parlamentaria "se debe a una ley electoral española injusta, pero que ustedes defienden porque les beneficia". "Para eso sí son españoles", abundó. Y cerró la intervención dando las gracias a los separatistas en tono irónico "por haber despertado un patriotismo cívico en el conjunto de España y a la sociedad catalana silenciada. Y gracias también porque han despertado a Europa y se han dado cuenta de lo que representan ustedes, un peligro para la democracia y los valores europeos".

Extravagante turno de Albiol

El presidente del subgrupo del PP, Xavier García Albiol protagonizó una excéntrica intervención dedicada a culpar a Ciudadanos de haber propiciado el pleno para legitimar a Puigdemont y de no haber hecho nada en los dos últimos meses a pesar de haber ganado las elecciones. Quim Torra, el portavoz de Junts per Catalunya, mostró su falta de tablas parlamentarias, pero gozó de la manga ancha de Torrent para rebasar con creces su tiempo. Glosó a los presos y a los "exiliados" en un discurso flojo y previsible.

Marta Rovira intervino por ERC y también recordó a los presos "y a los que se han tenido que marchar para no acabar en la cárcel". Reivindicó el "estilo junquerista" y dijo no renunciar a sus objetivos porque "mejorar la calidad de vida de los catalanes es hacer república". Reivindicó además el "legado" del referéndum ilegal: "Hemos llegado más lejos que nunca. Tenemos el 1-O y el 1-O nos queda para siempre. Pueblo e instituciones para defender la democracia". Flojo y superado estuvo el portavoz de la CUP, Carles Riera, lejos de las floridas intervenciones cuperas de la anterior legislatura. El podemita Domènech aprovechó su estreno en el "Parlament" para mostrar la sintonía de su grupo con los separatistas, especialmente con la CUP.

La oposición no vota

Los grupos de Ciudadanos y el PSC y los cuatro diputados del PP se abstuvieron de participar en la votación relativa a la propuesta de resolución de Junts per Catalunya para legitimar al fugado y ratificar el referéndum ilegal.

Ciudadanos ya ha anunciado recurso al Tribunal Constitucional. La actuación de la mayoría separatista en la mesa del parlamento tiene componentes tan susceptibles de investigación como los registrados bajo la presidencia de Carme Forcadell.

El "Consejo de la República"

A partir de ahora y en teoría, se activa la operación Puigdemont presidente de la república y el preso Jordi Sànchez, de la Generalidad en el interior. El propósito separatista es que una asamblea de electos separatistas a celebrar en Bélgica otorgue al fugado la condición de líder supremo del "Consejo de la República", un organismo desde que decidiría ceses y nombramientos en el ejecutivo catalán. La consigna es "legalidad autonómica, obediencia republicana".

Si Sànchez acepta el encargo de la investidura se abriría un nuevo escenario de bloqueo con la más que previsible negativa del Tribunal Supremo a que el preso abandone la cárcel para acudir a una sesión parlamentaria.

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