La columna de Hugo Camps en el periódico flamenco De Morgen probablemente amargó el desayuno a Puigdemont este jueves, mientras el de JxCat se recuperaba aún del terremoto que provocaron el miércoles sus mensajes a Comín.
Además de tener un apellido que bien podría ser catalán, Camps es un periodista flamenco muy popular y colabora habitualmente en varios medios belgas y holandeses, entre ellos el diario De Morgen.
En su última columna en este medio reflexiona sobre la hospitalidad y la llama "un pilar de la civilización", asegurando que "las personas necesitadas" tienen que poder encontrar un espacio en el que estar a salvo. Pero también existe el "abuso de hospitalidad", del que Puigdemont sería "un ejemplo absurdo".
El periodista flamenco asegura además que Puigdemont disfruta de "una casa limpia, un edredón en la cama y la mesita de noche llena de recuerdos"; mientras "sus amigos políticos están en una celda de Madrid" él ni siquiera "duerme en un camastro" en solidaridad con ellos y "les deja pudrirse en su celda porque no quiere arriesgarse a ser encarcelado".
Camps critica también la pretensión de Puigdemont de ser investido por Skype: "El candidato a presidente debe estar físicamente en su investidura, lo saben hasta en Zimbabue", dice, "por Twitter podría haberlo hecho también", remata. "Que un líder político pueda tener la tentación de jurar su cargo por Skype es en sí mismo una aberración", insiste antes de señalar que "la frivolidad con la que algunos políticos tratan las instituciones es desconcertante".
El periodista no sólo critica al candidato catalán, también a unas autoridades belgas que, en su opinión, "colaboran de facto" con Puigdemont, lo que considera "un experimento peligroso en el corazón de Europa".
Camps también critica a Rajoy y la intervención policial del 1-O, pero incluso asumiendo que, "la búsqueda de la independencia no es abyecta", el separatismo catalán está provocando "la fuga de capitales y cerebros y, por lo tanto, al empobrecimiento". Aun así, "lo más grave de todo esto es cómo Cataluña hace malabarismos con las reglas democráticas", concluye el demoledor artículo.