El Ejecutivo se mostró exultante. El aplazamiento del pleno de investidura, sostuvieron portavoces oficiales, es la "consecuencia obligada" de la actuación del Estado de Derecho, tanto "por la acción del Gobierno como de los tribunales". Según Moncloa, Roger Torrent no se atreverá a dar un paso contrario a la ley porque "tiene muy claras las consecuencias". Y el PP celebró "el caos en el mundo independentista, que se está fracturando por momentos".
"Gracias al recurso del Gobierno y a las medidas cautelares del Tribunal Constitucional se ha evitado una burla a nuestra democracia", resumieron en Moncloa. Y el PP no dudó en reivindicar la acción de Mariano Rajoy ante el pulso separatista. "El Gobierno ha cumplido con su obligación, ha sido valiente", sacó pecho Rafael Hernando, que retrató a Carles Puigdemont como "un zombi, un cadáver político". "El tiempo pone las cosas en su sitio", destacó Javier Maroto.
El propio Rajoy, en una entrevista en TVE previa a la maniobra de Torrent, reivindicó su decisión de acudir al Constitucional pese al varapalo del Consejo de Estado. "El Gobierno tiene que estar a la mayor. Creíamos que teníamos razón y, sinceramente, estamos satisfechos. Queríamos que no se celebrara el pleno y eso es lo que ha dicho el TC", afirmó el presidente. Y añadió: "Tengo la conciencia muy tranquila y volvería a hacer lo mismo" pese a "los riesgos". Negó, a diferencia de Soraya Sáenz de Santamaría, llamadas de ministros a los magistrados.
Tras justificar su gestión, Rajoy lanzó un claro aviso a Torrent que fue repetido después por sus portavoces durante toda la jornada. Si intenta la investidura de Puigdemont, "estaría saltándose a la torera una resolución del TC". Y eso, subrayó, acarrearía consecuencias. "En la vida hay algo más que Puigdemont" que "es un prófugo de la Justicia". "El presidente del Parlament tiene que ser muy consciente de las responsabilidades -penales- en las que puede incurrir", enfatizó. "Espero que no tengamos que hacer nada pero el Constitucional es muy claro: Puigdemont no puede ser candidato".
Por último, Rajoy defendió la idoneidad de un "candidato limpio". Y, en este sentido, Maroto primero y Hernando después reclamaron a Inés Arrimadas, de Ciudadanos, que no "deje hueco" y presente su candidatura. "Es la oportunidad de oro para quienes queremos devolver la legalidad a Cataluña", destacaron los populares, pese a que no dan los números. "Que Arrimadas se ponga la medalla, salga a la calle, saque pecho y tome la iniciativa. Tiene la obligación democrática y ética de dar ese paso al frente", en palabras de Maroto.