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Rajoy impone cierre de filas y el Gobierno no descarta más "espectáculo" en Cataluña

Santamaría se hace la foto con Feijóo, ministros y altos cargos del PP: “El camino que tiene que seguir Puigdemont es el del Supremo".

Santamaría se hace la foto con Feijóo, ministros y altos cargos del PP: “El camino que tiene que seguir Puigdemont es el del Supremo".
El PP da muestras de unidad en un desayuno informativo | EFE

En Moncloa contienen de nuevo la respiración. "Dijimos que no habría urnas y hubo urnas. No podemos cometer más errores", en palabras de un ministro. Mariano Rajoy arriesgó acudiendo al Tribunal Constitucional pese al informe desfavorable del Consejo de Estado porque "no podemos ir siempre a rebufo de los independentistas", con el coste electoral que ello también acarrea. Y, según el Gobierno, vendrán nuevos recursos en caso de ilegalidad. "El camino que tiene que seguir Puigdemont es el del Supremo", subrayó Soraya Sáenz de Santamaría. "No será presidente de nada", zanjó el propio Rajoy.

La preocupación pasa ahora porque, tras la decisión del Constitucional, los independentistas traten de "tensionar la situación" y "montar el espectáculo". El estado de nervios en el Ministerio del Interior es sintomático. Juan Ignacio Zoido aseguró que procurará que Puigdemont no entre en España "ni en el maletero de un coche", y este martes es ya el debate de investidura. Además, el Gobierno estará pendiente de "hasta dónde está dispuesto a llegar" Roger Torrent, del que en un primer momento se ensalzó su tono conciliador.

Mientras, el presidente ordenó cierre de filas ante el plan de acudir al Constitucional y Santamaría volvió a ser la encargada de dar la cara ante los medios de comunicación. "En el Gobierno nos sentimos satisfechos todos los días de cumplir con nuestra obligación. Gobernar es pensar primero en el futuro de tu país y luego en el tuyo", afirmó la vicepresidenta, que no confirmó ni desmintió llamadas a magistrados del Alto Tribunal advirtiéndoles de la gravedad de la situación. "En absoluto" se siente cuestionada por los suyos ante su gestión de la crisis, informa Alicia González.

La vicepresidenta acudió al concurrido desayuno informativo de Alberto Núñez Feijóo, donde se rodeó de ministros y altos cargos del PP con los que despachó sonriente dando una imagen de unidad. El líder gallego, con la vicepresidenta observando, no dudó en defender la estrategia del Ejecutivo públicamente. Si el Gobierno hubiese hecho "a pie juntillas" lo que le pedía el Consejo de Estado, arguyó, "hoy no tendríamos medidas cautelares y Puigdemont podría ser nombrado presidente desde Bruselas".

Casado avisa a Torrent

El PP también respaldó oficialmente la controvertida maniobra del Gobierno ante las dudas internas y las quejas más o menos explícitas de Ciudadanos y el PSOE. En caso contrario, sostuvo Pablo Casado, Puigdemont habría sido investido "sin que nadie lo impidiera". Pero, ahora, "su partida ya se ha acabado". "Podrá ser preso o podrá seguir siendo un prófugo, pero nunca va a ser presidente de la Generalitat", añadió el portavoz popular, después de la reunión del Comité de Dirección que presidió Rajoy y a la que por primera vez acudió José Luis Ayllón, su nuevo jefe de gabinete.

"La firmeza contra el separatismo nos acerca a nuestro electorado", resumieron los asesores del presidente. Y Casado se dirigió directamente a Torrent. Le recomendó desconvocar el pleno de investidura para no desobedecer al TC y verse como Carmen Forcadell o proponer a otro candidato. "El interlocutor de Puigdemont no es el presidente del Parlament, es el Tribunal Supremo", contestó ante la petición de amparo del que fuera presidente de la Generalidad.

"Mientras yo sea presidente, por muchas cosas que me digan, voy a cumplir con una obligación que es la más importante que tengo, que es garantizar la unidad nacional", destacó el propio Rajoy, ya por la tarde, en una breve entrevista en la Cope. Este martes por la mañana, antes del posible pleno, será entrevistado en TVE. "Un señor fugado de la Justicia, que ha pretendido unilateralmente liquidar la soberanía nacional y la unidad nacional, es evidente que no puede ser presidente de nada", remató el jefe del Ejecutivo.

Una vez se despeje el caso de Puigdemont, el PP instó una vez más a Inés Arrimadas a dar el paso y presentarse como candidata. "En esta dinámica de fracturas, de traiciones, de espantadas y dimisiones, pude tener el apoyo suficiente del Parlament, pero incluso si no lo tuviera, marca la agenda", sostuvo Casado, que le recordó que cuenta con el apoyo de los cuatro diputados populares.

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