El Gobierno siguió adelante con sus planes a pesar del informe en contra del Consejo de Estado y de la brecha del bloque constitucionalista. El Consejo de Ministros autorizó a Mariano Rajoy a recurrir ante el Tribunal Constitucional la propuesta de candidatura de Carles Puigdemont a ser investido presidente de la Generalidad y, al término, Soraya Sáenz de Santamaría volvió a dar la cara ante los medios de comunicación para defender la cuestionada decisión. "Una persona en busca y captura no puede ser candidato", se reafirmó la vicepresidenta.
Rajoy espera ahora que el Tribunal Constitucional admita a trámite su recurso y, con ello, suspenda de inmediato la candidatura de Puigdemont. Y, pese al ruido político y mediático, el Gobierno se mostró convencido de que el PSOE y Ciudadanos respaldarán su maniobra. En este sentido, tras el revés del Consejo de Estado, Santamaría despachó con el PSOE y recabó su apoyo, según las fuentes consultadas. El Gobierno no quiso aclarar si abrió de nuevo una línea de comunicación con el partido naranja, aunque en privado se reprodujeron las críticas por su "oportunismo".
Una y otra vez, ante la batería de preguntas de los periodistas, Santamaría repitió los mismos argumentos. En síntesis, el Gobierno tiene la potestad de utilizar "todos los instrumentos judiciales" a su alcance y toma "las decisiones" que considera oportunas para hacer frente al desafío independentista. Y, convocado para el martes el pleno de investidura, la vicepresidenta defendió "el deber constitucional de hacer todo lo legalmente posible para evitar que la legalidad sea vulnerada" evitando así "una nueva afrenta a los catalanes y al resto de los españoles". "Es nuestra obligación", proclamó.
También en varias ocasiones, Santamaría dijo respetar la decisión del Consejo de Estado, aunque dejó claro que no comparte su oposición a presentar el recurso amparándose en que hay que esperar acontecimientos. La vicepresidenta enfatizó que su informe era "preceptivo pero no vinculante" y el Ejecutivo ha de actuar "en un escenario novedoso" con un candidato "con una orden de busca y captura". "Tenemos una responsabilidad", insistió la número dos de Rajoy, que por todos los medios quiere evitar la imagen de un Ejecutivo que va a rebufo de los independentistas.
Dicho esto, fuentes del Ejecutivo reconocieron la existencia de "discusión" en los círculos institucionales sobre la idoneidad o no del recurso, aunque remacharon que era el momento de adelantarse a los acontecimientos. En este sentido, las citadas fuentes desvelaron que Moncloa ya trabajaba con la hipótesis del recurso el miércoles, cuando Rajoy en Onda Cero aseguraba que había que esperar al "acto administrativo". "El Gobierno sopesa todos los escenarios y llegamos a la decisión de que era lo mejor", explicaron.