El temor a que Ciudadanos siga escalando posiciones es palpable prácticamente en todas las estructuras del PP. Barones, parlamentarios y miembros de la cúpula nacional muestran su preocupación en privado y claman por un golpe de efecto tras el batacazo en las elecciones catalanas. Y, por primera vez y pese a la escasa autocrítica, Mariano Rajoy pareció despertar anunciando que reavivará la actividad del Gobierno y del partido. "No podemos estar parados más tiempo", en palabras de un alto cargo de Génova.
En un extenso Comité de Dirección, que obligó a retrasar la habitual rueda de prensa posterior, el presidente trasladó a su núcleo duro que es el momento de mejorar la comunicación y recuperar la iniciativa política tras una larga etapa centrado prácticamente en exclusiva en Cataluña. Y dio órdenes concretas. Para empezar, convocó para el próximo lunes la Junta Directiva Nacional, que es el máximo órgano de la formación entre congresos de la formación. A la cita están convocados más de medio millar de cargos del partido, muchos de ellos muy preocupados.
En la reunión, Rajoy anunciará un calendario de actividades y actos "muy potentes" para los próximos meses. Su intervención será en abierto a los medios de comunicación y Génova, a pesar de los movimientos internos vividos en las fiestas navideñas, espera un respaldo cerrado a su líder. "El PP va a tener su propia agenda política", informó Fernando Martínez-Maillo, que pidió "calma" a los suyos ante las encuestas que auguran un meteórico ascenso de Ciudadanos y calificó de "ciencia ficción" que su resultado en Cataluña se pueda extrapolar al resto de España.
El plan del presidente pasa por aumentar la actividad gubernamental pese a su minoría parlamentaria y recuperar las tradicionales banderas del PP mientras sus portavoces ponen el énfasis en los errores y ambigüedades de Albert Rivera para así ir desgastándole.
Maillo, el hombre fuerte de Rajoy en Génova, anunció que el Ejecutivo reactivará las negociaciones para intentar llegar a pactos de Estado sobre las pensiones, la educación o la financiación autonómica. Planes que fueron prometidos en campaña electoral pero quedaron guardados en un cajón el año pasado. Además, reiteró la intención del presidente, que ya ha mantenido contactos fuera de agenda en los últimos días, de aprobar los Presupuestos Generales del Estado. "Y si la oposición rechaza estas reformas, serán ellos quienes quedarán retratados", zanjaron las fuentes consultadas, convencidas de la imperiosa necesidad de recuperar la iniciativa.
En Génova interpretan que si el Ejecutivo no se pone manos a la obra poco pueden hacer desde el partido. Son muchas las críticas que se escuchan en privado sobre algunos miembros del gabinete como Íñigo Méndez de Vigo o los denominados "ministros fantasma" por su poca presencia en los medios. "Demasiada soberbia", en palabras de un veterano. También se especula sobre el mutismo de Soraya Sáenz de Santamaría tras la hecatombe electoral en Cataluña. "No voy a hacer una remodelación del Gobierno", quiso aclarar el propio Rajoy en su última comparecencia de prensa.
"Cs se deja llevar por el viento"
En síntesis, Rajoy quiere al Gobierno funcionando a pleno rendimiento y la maquinaria electoral preparada de cara a los comicios de 2018. Y de ahí que, desde ahora, Ciudadanos estará permanentemente en el punto de mira. Maillo abrió fuego este lunes al término del Comité de Dirección. "La estrategia de algunos es el viento. La nuestra, el interés general", subrayó, dando a entender que el de Rivera no es un partido de fiar.
El coordinador general criticó la abstención de Ciudadanos en la votación de la prisión permanente revisable, con la que el PP cree que ha conectado con la gran mayoría de la ciudadanía. También denunció que Inés Arrimadas siga sin "mover ficha" en Cataluña. "Si no lo hace, no serán un partido de gobierno" y provocarán "mucha frustración a mucha gente", afirmó en rueda de prensa.
Le preguntaron por la exigencia de Ciudadanos de que la senadora Pilar Barreiro, imputada por el caso Púnica, dimita para poder apoyar las cuentas públicas de 2018. "Están sobreactuando, es desproporcionado", replicó Maillo, que aprovechó la percha para seguir cargando contra Rivera. "Sería como decir que Ciudadanos no cumple el acuerdo de investidura porque sus cuentas no las ha aprobado el Tribunal de Cuentas, cuando en el mismo se habla 100 veces de transparencia", razonó. De momento, Barreiro sigue contando con el respaldo de Rajoy.