Soraya Sáenz de Santamaría y Xavier Domènech protagonizaron el principal rifirrafe de la sesión de control al Gobierno en el Congreso. Con Mariano Rajoy de viaje a Abiyán (Costa de Marfil) para participar en la V cumbre UE-África, el representante de Unidos Podemos preguntó a la vicepresidenta si piensa a abrir "una negociación" bilateral con el nuevo Ejecutivo catalán que surja de las urnas tras el 21 de diciembre. "Dentro de la ley", contestó Santamaría, Moncloa tratará de crear "un buen clima" entre las administraciones pero descartó una negociación bilateral.
La respuesta no contentó a Domènech, cabeza de lista del partido de Ada Colau, Cataluña en Común, que convirtió en el hemiciclo en una especie de mitin electoral. "Hace mucho tiempo que en Cataluña han perdido, solo han sabido perder", afirmó, no sin asegurar que Rajoy apuesta por "la solución Aznar"en la comunidad, que consistiría en la alianza de las formaciones constitucionalistas. "Llevan años sin proponer nada. Nosotros defendemos que sea el que sea el Gobierno elegido tras el 21 de diciembre se recupere la bilateralidad", dijo, y recordó que el Gobierno sí acuerda directamente "el cupo con el País Vasco y el amejoramiento navarro. ¿Por qué con Cataluña no se puede practicar esa bilateralidad?", continuó.
Domènech acusó al presidente del Gobierno de ser el responsable de todos los males. "El 42% de los nuevos independentistas lo son directamente por su acción del Gobierno", apuntó. Y avisó: "Cataluña les va a responder, nos vemos el 21 de diciembre", finalizó.
"Solo le falta a usted aceptar el 155"
Santamaría fue contundente en su réplica. La vicepresidenta acusó al representante de Podemos de "secundar todas las propuestas del independentismo", como cuando habló "de presos políticos". "Y ahora viene a pedir bilateralidad, pero como siempre llega tarde", añadió, no sin recalcar que es una de las reclamaciones de las formaciones separatistas: "Ya lo han pedido Marta Rovira y Marta Pascal".
"Su programa electoral se parece más bien al escrito de defensa de los independentistas en el Tribunal Supremo. Solo le falta a usted aceptar el 155, es lo único que le falta para ser exactamente igual que ellos", ironizó, provocando la carcajada de la bancada popular. "Y ahora viene a pedir bilateralidad para un referéndum", afirmó.
Para concluir, la número dos del Ejecutivo hurgó en la división de Podemos. "Piden un pacto de claridad, que más les vale que se apliquen a ustedes, que se hagan un test de claridad en Podemos. A ver si se aclaran entre Iglesias, Bescansa, el silente Errejón y usted mismo", afirmó. Y concluyó apelando una vez más a la legalidad.